El alcalde de Sevilla exige a la Macarena exhumar a Queipo mientras la Hermandad se muestra «dividida»

Queipo de Llano, La Macarena
Tumba del general Queipo de Llano y Sierra en la Basílica de la Macarena de Sevilla (EUROPA PRESS).

El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz, ha exigido este lunes a la Hermandad de la Macarena que cumpla la Ley de Memoria Democrática y exhume de la basílica homónima los restos del general Gonzalo Queipo de Llano y Sierra y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina. Los hermanos, por su parte, reconocen «división» al respecto de la exhumación de los restos.

En declaraciones a los medios de comunicación y tras la carta remitida por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática a la Hermandad de la Macarena requiriendo la exhumación y posterior traslado de los restos de Queipo de Llano y Bohórquez Vecina, el regidor hispalense ha apostado por «poner punto y final» a la situación y ha asegurado que la hermandad «va a cumplir la Ley». Así, Muñoz ha apostado por «cerrar» ya el asunto con «la salida» de la tumba de la citada basílica.

La citada carta ha sido emitida después de que el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, manifestase ante la reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática que su entidad estaba «esperando que le digan qué tiene que hacer», considerando que la entidad no debe tomar una «decisión» propia al estar sus hermanos «divididos» sobre el asunto y urgiendo al Gobierno de Sánchez a «arbitrar» un decreto para resolver la situación.

Por su parte, el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, ha mostrado este lunes la «confianza» del Ejecutivo en que «no va haber ningún tipo de problema» por parte de la Hermandad de la Macarena a la hora de cumplir el requerimiento estatal.

La reciente reforma de la Ley de Memoria Democrática obliga a retirar dichas tumbas del templo dado el papel desempeñado por ambos en el golpe de estado de 1936. Gonzalo Queipo de Llano y Sierra fue dirigente de la sublevación del 36 y responsable de la represión en Andalucía en fechas posteriores, y sus restos reposan desde 1951 bajo el camarín de la Virgen de la Basílica de la Esperanza Macarena. Por su parte, Francisco Bohórquez Vecina fue responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra.

Y es que el artículo 38.3 de la nueva Ley de Memoria Democrática estipula que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra o la Dictadura».

La nueva ley

Es más, el artículo 35.5 señala directamente que «cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos».

Sobre el asunto, recordémoslo, pesa el acuerdo plenario aprobado por el Ayuntamiento de Sevilla en julio de 2016, con la abstención de Cs y el voto contrario del PP, reclamando precisamente que el templo de la Hermandad de la Macarena deje de acoger dicha tumba.

Merced a dicho acuerdo plenario, el Consistorio avisaba a la Hermandad de la Macarena y a la Archidiócesis de Sevilla sobre el contenido de las leyes estatal y autonómica de memoria histórica y las obligaciones que de ellas derivan para los particulares y organizaciones privadas.

La ley autonómica

En paralelo, recordemos que en virtud de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía y su decreto sobre símbolos y actos contrarios a la misma, la Junta anunciaba en julio de 2018 la creación de un comité encargado de emitir un dictamen «vinculante» sobre la tumba de Gonzalo Queipo de Llano y otros «elementos contrarios a la memoria histórica que no hubiesen sido retirados o eliminados voluntariamente por parte de sus titulares».

Pero en la anterior legislatura autonómica, el Gobierno andaluz del PP insistía en que para solucionar el caso de la tumba de Queipo de Llano todavía sería necesario un desarrollo reglamentario de la vigente Ley andaluza de Memoria Histórica y Democrática.

En paralelo, el Gobierno socialista del Ayuntamiento de Sevilla aclaraba que mediaban «palmarias diferencias» entre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos y la demanda de que la basílica de la Macarena deje de acoger la tumba de Queipo de Llano, pues el Valle de los Caídos es un espacio público y la basílica un «lugar privado de uso público».

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