Liga de las Nacional 2018: España 2 - Inglaterra 3

Inglaterra nos baja de la nube

inglaterra
España peleó hasta el final con un 0-3 en contra.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

España no llegó a tiempo, pero supo competir ante una pletórica Inglaterra que nos dio un baño en la primera mitad. La selección recibió una lección táctica y de contragolpe en el Villamarín personificada en un superlativo Harry Kane y unos más que efectivos Rashford y Sterling ante una defensa española carente de concentración y garra al inicio.

Los visitantes llegaron a ir ganando 0-3 en la primera mitad y pudo ser peor. España reaccionó por orgullo y carácter en la segunda parte, pero los semifinalistas del último Mundial supieron sufrir ante el asedio que lideró Marco Asensio. Esos 45 minutos dejaron brotes verdes con el 2-3 obra de Ramos sobre la bocina, pero también un dato complicado de rebatir: la primera derrota de España en 27 partidos.

La inercia positiva de los últimos partidos parecía llevar en volandas a un España que disfrutó de grandes ocasiones en los primeros cinco minutos. Jonny Otto fue el primero en probar y luego consecutivamente Thiago y Marcos Alonso la tuvieron en sendos córners. Especialmente meritoria fue la parada de Pickford al remate en plancha del lateral del Chelsea y que sacó con la cara a quemarropa.

El dominio inicial de España hizo que el conjunto de Luis Enrique se volcase sobre el marco rival, bien espoleado por el público sevillano. Pero los nuestros carecían de profundidad y precisión personificado en un Marco Asensio que se atrevió a hacer cosas diferentes, pero sin premio. Inglaterra, mientras tanto, esperaba bien junta y agazapada en su campo sabiendo a la perfección que tarde o temprano alguna oportunidad aparecería.

Lo que los visitantes no se esperaban eran los múltiples regalos que la zaga roja iba a permitir en los minutos venideros. España estaba tan arriba que la jugada del gol escenifica a la perfección cómo los nuestros cayeron en la trampa británica. Busquets fue a presionar a Pickford hasta su propia área, pero nadie de la zaga salió a achicar a un Harry Kane que recibía sólo en la medular. El ariete del Tottenham encontró en un pase al hueco a Rashford quien a su vez asistió en dos toques la entrada de Sterling para que éste la pusiese en la escuadra. Ni Nacho ni Marcos Alonso pudieron hacer nada frente a las jóvenes flechas de Southgate.

El golpe afectó y mucho a una España que no estuvo a la altura de las circunstancias viéndose por primera vez por detrás en el marcador en la era Luis Enrique. Por si fuera poco, el fantasma de la última derrota –en la Eurocopa de 2016 en la era Del Bosque– emergía con fuerza. Los pases carecían de profundidad y eficacia. Inglaterra, agazapada y esperando a la contra, se encontraba en su salsa.

Y España volvió a carecer del punch visitante en el segundo gol. Otro pelotazo de Pickford que Kane ganó –con cierta fortuna– a Ramos y Nacho evidenciando que ninguno está en su mejor momento de forma. El delantero la cazó y nuevamente levantó la cabeza para asistir a un Rashford que no tuvo piedad de su compañero De Gea en otro mano a mano que fue al fondo de las mallas a la media hora.

Y para colmo de males el tercero no tardó en llegar. Siete minutos más tarde, Barkley picaba el balón ante la pasividad de la defensa española. Kane cogía la espalda a Ramos y nuevamente asistía a Rashford para que la empujase al fondo de las mallas. Nadie daba crédito a la desastrosa versión que estaba mostrando el equipo nacional. Un naufragio inesperado para todos. El descanso era la mejor noticia.

El despertar de la furia

España, como era de esperar, cambió su imagen en la segunda mitad. La charla de Luis Enrique hizo efecto en sus muchachos, que regresaron al mismo nivel de agresividad que los ingleses. Las ocasiones llegaron, pero no fue hasta que el técnico introdujo a Paco Alcácer y Dani Ceballos cuando el choque dio un giro de 180 grados.

El delantero valenciano metió un gol en el primer balón que tocó. El ariete, de apenas 1,75, se anticipó a toda la defensa blanca en un córner y colocó con la cabeza el balón al segundo palo. Había esperanza en Sevilla y Rodrigo la alimentó presionando a Pickford el balón de sus pies y siendo víctima de un penalti que el colegiado no pitó cuando agarró clamorosamente al ariete del Valencia.

Inglaterra vio que el partido se calentaba y para nada le interesaba que se jugase mucho más. Entre pérdidas de tiempo, lesiones fingidas y la entrada de Morata, España perdió su empuje hasta los minutos finales. Con el cronómetro apretando, los nuestros tiraron más de orgullo que de juego para arrinconar a unos visitantes que salieron vivos del asedio.

Y no fue porque Marco Asensio no lo intentase. Igual que otras veces se le puede reprochar su inacción, en esta ocasión el madridista se echó a la selección a la espalda y en dos ocasiones estuvo a punto de marcar. España, por fin, consiguió el gol sobre la bocina gracias a un remate de Ramos de cabeza. Marcos Alonso había estrellado previamente el balón en el poste en esa jugada. Si es que cuando no quiere entrar…

A España no le dio tiempo a igualar un marcador injusto por las múltiples ocasiones que tuvo, pero que hará reflexionar y mucho a Luis Enrique. El equipo falla y mucho en defensa. La Final Four de la Liga de las Naciones nos la jugaremos en Zagreb.

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