Rajoy no irá a la investidura sin apoyos: «No quiero que me apaleen y llegue Sánchez de salvador»

Mariano-Rajoy
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. (Foto: EFE)

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no se someterá a un debate de investidura si no cuenta con los apoyos necesarios. Así se lo ha transmitido el jefe del Ejecutivo a sus más cercanos: «No quiero que me apaleen y que Sánchez llegue como salvador», informan fuentes cercanas a OKDIARIO. Los populares apenas cuentan con 11 días para que Ciudadanos les dé el ‘sí, quiero’ a su investidura y el PSOE se abstenga. Una fecha «orientativa» (el 26 de julio), destacan, para que el Rey comience a llamar a los representantes de los distintos partidos.

Hasta el momento, los populares solo ven a un matrimonio mal avenido, ya que ninguno de los dos (PSOE y C’S) ha expresado otra voluntad que el ‘no’ a Rajoy y la abstención en segunda vuelta. No suma. Ni Albert Rivera ni Pedro Sánchez quieren comenzar a negociar con el programa de gobierno que Rajoy les ha enviado.

Los “contactos previos” al comienzo de las negociaciones para formar Gobierno están llevando la necesaria “calma mariana” por la que se caracteriza a su interlocutor principal, el candidato del PP, Mariano Rajoy. El ritmo es el que le marcan sus adversarios, ya que el PSOE se encuentra en pleno período de madurez y Ciudadanos comienza a dejarse querer por los populares.

El Ejecutivo consideró que el 2 de agosto sería buena fecha para celebrar el debate de investidura. A pesar de no tener nada en firme, hoy por hoy, se muestran “optimistas” y descartan terceras elecciones. «Unas elecciones no las quiere nadie, y una investidura fallida es el paso más claro hacia unas terceras elecciones que son indeseables y perniciosas», avisó este viernes en nombre del Ejecutivo su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Si el debate de investidura comienza el día 2 de agosto, la primera votación tendría lugar al día siguiente, miércoles, y la segunda se celebraría el jueves día 5 del mismo mes. En esta ocasión, el candidato popular necesitaría una mayoría simple. «Un resultado que el Ejecutivo está dispuesto a conseguir en los contactos que se mantengan hasta la fecha», señalan. Sin embargo, no las tienen todas consigo de que Sánchez no se presente en el último momento con el convencimiento de lograr un pacto ‘in extremis’ de izquierdas. Algo que la gran mayoría de los suyos desaconseja. «El PSOE debe de estar en la oposición», zanjan no sin recordarle que tiene una resolución firmada por la que «no puede pactar con quienes quieren romper España», eso incluye a Podemos.

El PSOE se abstendrá si el PP logra el sí de C’s

Es aquí donde juegan un papel especial los barones y la vieja guardia del PSOE, que a pesar de no querer darle el gobierno a Rajoy sí que estarían dispuestos a abstenerse. «El PSOE se abstendrá si el PP logra el apoyo de Ciudadanos», señalan fuentes socialistas a este medio como condicionante. La tensión en el partido de la rosa reside en quién lo propone. Los presidentes territoriales tienen las manos atadas. Si proponen abstenerse en segunda vuelta, revalidan el mandato de Sánchez. Algo que los críticos quieren zanjar de cara a septiembre en el 39 Congreso Federal. La dirección socialista no considera la abstención de ninguna manera. Los cercanos a Sánchez ya propusieron en el último Comité Federal que éste se plantease la candidatura alternativa si Rajoy fracasa.

Sin embargo, los populares confían en la «madurez» de los socialistas más sabios y que, finalmente, hagan «reflexionar» a su mandatario. Es la premisa principal con la que juegan en estos momentos las tres principales fuerzas. “Hasta el martes queda una eternidad…”, explican fuentes del Ejecutivo. Las mismas que trasladaron este miércoles a los periodistas, que hasta que no se constituyan las Cortes (este martes), no continuarán las reuniones (públicas). Precisamente, la agenda de Rajoy señala como libres el miércoles y el jueves de la semana que viene. A buen entendedor, pocas palabras. No van a tirar la toalla.

El Ejecutivo está a pleno rendimiento y continúan de arriba abajo con las llamadas y los mensajes con los socialistas y el partido de Albert Rivera. Siempre “de una manera discreta”, señalan, porque se avisó desde el principio que no todo se haría público. Fue la petición de algunos partidos como el de Homs, quien asistió a La Moncloa de manera discreta para ratificar su negativa al PP por no dar alas a un referéndum catalán en sede parlamentaria. No había más que hablar. Una senda muy cara que los populares no quieren explorar.

«La decantación es buena»

Tanto en Génova como en Moncloa están con el ‘sin prisa, pero sin pausa’: “Aquí se duerme poco”, explican. El objetivo que da pie a la siguiente ronda de negociaciones es el programa de gobierno que Rajoy envió al resto de fuerzas. Sin embargo, y de primeras, el documento no gustó ni a unos ni a otros (ni a PSOE ni a C’S). Desde el Ejecutivo confían en “negociar” para que la formación naranja pase de la abstención al voto favorable y que los socialistas se decanten por facilitar la formación de Gobierno a través de una abstención. “La decantación es buena. Todo a su tiempo”, explican fuentes gubernamentales. Frase que avisa que, de momento, las negociaciones están saliendo bien.

Todo requiere su tiempo y todo tiene un coste. El coste del ya famoso pacto PSOE-C’S pasó factura a ambos partidos en las urnas y ahora, de nuevo, les va a pasar si son favorables de entrada y ante la opinión pública a todo lo contrario que han ido predicando. Si el mensaje se modera lentamente, el giro se aprecia como algo no tan brusco entre buena parte del electorado que, además, no quiere ir a unas terceras elecciones. En el PSOE, el cambio de rasante ya se deja ver. El líder del socialismo catalán y muy cercano a Sánchez, Miquel Iceta, justifica el ‘no’ a Rajoy si sólo cuenta con el voto a favor de los populares. Sin embargo, y ahora sí, abre la puerta a “reflexionar y valorar”, como él mismo apuntó, la facilitación de la investidura en el caso de que el PP sumara los votos de Ciudadanos. En ese caso, el líder popular contaría con 170 escaños, si además Coalición Canaria le da el sí, como se prevé.

Para el PSOE, Ciudadanos es la clave que desencalle la investidura. El diputado socialista y pieza clave en estas negociaciones, José Enrique Serrano, deslizó que a lo mejor el documento enviado por el PP “pueda servir o no para que otros maticen su actitud o modifiquen la postura”. Los socialistas quieren comer a mesa puesta por los de Rivera. Y la clave para que los ‘naranjas’ se muevan son los gestos. “Las negociaciones son lo que son”, señalan en Moncloa y «nosotros seguiremos negociando hasta el final».

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