Sánchez quiere formar Gobierno con el apoyo de Podemos y C’s si Rajoy no lo consigue

debate electoral
Los líderes de C's,Albert Rivera; PSOE, Pedro Sánchez, y Podemos, Pablo Iglesias.
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no ha tirado la toalla y sigue en sus trece tratando de convencer a los suyos de que los números salen si pactan con Podemos y Ciudadanos. El líder socialista es consciente de que podría gobernar si negocia bien con estas dos formaciones y, según cuentan fuentes cercanas a Ferraz, “podría estar habiendo contactos puntuales”.

Si algún socialista preguntaba por Sánchez esta semana y después del 26J, los más cercanos al líder advertían de que “está preparando su postura sobre la investidura de Rajoy de cara al Comité Federal» que el partido celebrará el día 9 de julio. Sánchez mantendrá “contactos bilaterales” esta semana que viene con todos los barones antes de la gran cita para saber con qué apoyos cuenta en su postura de no apoyar ni abstenerse en la investidura de Rajoy. Una parte de estos presidentes ya ha avisado al mandatario que el PSOE debería, “aunque fuera por mínimo”, abstenerse y facilitar el Gobierno. En esta postura se encuentran algunos diputados socialistas, que apuntan a que su partido podría ceder un mínimo de votos para permitir la renovación de Rajoy en la Presidencia.

Sin embargo, el candidato del PSOE no quiere dar su brazo a torcer y sigue empeñado en ‘acercarse’ a Podemos. Los socialistas apuntan que con la formación morada no está todo perdido, puesto que hay un sector que está totalmente en contra de que gobierne Rajoy, y ése podría ser el primer paso para facilitar un gobierno con la abstención o el apoyo de los miembros de Ciudadanos. Sin embargo, el mutismo es más que absoluto por parte de la dirección federal del PSOE sobre la pregunta que circula desde la noche del 26J: dónde está Sánchez. Y algunos socialistas comentan que el secretario general “atiende al teléfono todo el día”, en referencia a que “está operativo” sin querer informar sobre su paradero.

Ferraz no quiere quemar a su líder en un momento tan delicado como éste y se escudan en que le corresponde a Rajoy formar Gobierno, y a eso esperarán. Sin embargo, fuentes socialistas a este diario ya contaron que algunos miembros de su equipo podrían estar negociando entrar en el Gobierno de Madrid junto a la alcaldesa Manuela Carmena a cambio de un apoyo político a nivel nacional.

Esta propuesta podría formar parte de uno de los puntos que los socialistas estarían negociando a cambio del apoyo de Podemos en una posible investidura de Sánchez como presidente si Rajoy no consigue ser investido a la primera. Quien no cerró la puerta a estos pactos fue la dirigente María González Veracruz, que en una entrevista esta semana en TVE aseguró que “los ciudadanos nos han puesto en la oposición, aunque nada es descartable porque, en función de la situación, tendríamos que decidir. Ante todo, los intereses del país». Una posición menos tajante que la del resto de barones que zanjan la discusión en los medios señalando que el partido debe de «asumir su papel de oposición» y punto. Tema controvertido que, a día de hoy, sigue suscitando dudas entre los críticos. Unas preguntas que Sánchez todavía no ha salido a disipar mientras organiza el ‘cónclave’ socialista del que salga la respuesta ya votada.

Fuentes consultadas insisten en que en la reunión del Comité Federal del sábado próximo se ponga sobre la mesa la revisión del veto al PP que impuso el partido en las anteriores negociaciones haciendo firmar a Sánchez que no les daría el Gobierno. En ese mismo documento, quedaba estipulado que tampoco gobernaría con los que quieren romper España, es decir, los independentistas. En caso de que este sábado se revise ese texto, se tendrían que declarar muy bien las siguientes premisas concretas. Si se rompe el veto al PP, Sánchez podría reclamar que se levante también el de los soberanistas para poder contar con el voto a favor o la abstención de éstos en caso de un futuro gobierno junto a Podemos y otras formaciones.

Sánchez sigue levantando discusiones internas respecto a su posición en estos momentos. Cercanos que hablan con el líder socialista por teléfono aseguran a este medio que sigue firmemente decidido a intentar otra vez un “gobierno trasversal” con Podemos y Ciudadanos, repitiendo la misma operación de hace cuatro meses, “y esperamos que ésta vez el partido de Iglesias, claro perdedor en la contienda, diga que sí”, señalan. Si, finalmente, el Comité Federal no le permite seguir en esta línea, Sánchez no se cansará de decir que Mariano Rajoy sigue en el Gobierno gracias a Pablo Iglesias –por haber roto las negociaciones hace cuatro meses– y ahora también podrá incluir –si finalmente pactan– que con la connivencia “de Ciudadanos”.

Las mismas fuentes señalan que los socialistas no harán ningún tipo de acercamiento con el resto de partidos para pedir la Presidencia del Congreso hasta que no sepan la postura bien delimitada de todos los grupos con respecto a la investidura de Rajoy. La semana que viene será decisiva en lo que pueden ser unas negociaciones a dos bandas.

El Comité de Navarra apuesta por Podemos

Este mismo sábado, en el Comité Regional de Navarra, el diputado ‘pedrista’ por Navarra Jesús Mari Fernández ha dicho en nombre de Sánchez : «No somos palanganeros de PP», en referencia a que el PSOE no debe abstenerse para que gobierne Rajoy. «Tenemos que estar preparados para que cambien de actitud Ciudadanos y Podemos y seamos presidente de Gobierno y gobernemos», ha continuado, para concluit: «No a Rajoy ni por activa no por pasiva y vamos a estar preparados para encabezar gobierno».

María Chivite, la secretaria general actual en Navarra y también ‘pedrista’, ha abundado en la idea advirtiendo a los que en la dirección regional del partido no estaban en su misma sintonía de seguir insistiendo en un pacto de Gobierno con Podemos que si no están «de acuerdo con el partido», que se podían ir del mismo. Las fuentes consultadas por este periódico no salían de su asombro: «Parece que el partido es ella».

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