La Fórmula E presenta su campaña: «Combate el cambio climático, conduce eléctrico»

El Fórmula E ha pisado por primera vez el hielo Ártico. El monoplaza protagonista del primer campeonato de carreras a nivel mundial totalmente eléctrico se desplazó hasta Groenlandia para probar sus capacidades en uno de los ambientes más extremos del planeta.

El calentamiento global está provocando que la masa de hielo de los casquetes polares se derrita a marchas forzadas. El compromiso de los países en la lucha contra el cambio climático debería empezar por cambios en la vida cotidiana, como tener coches más eficientes y no contaminantes.

La campaña promovida por el Campeonato de Fórmula E y la FIA para luchar contra el cambio climático pretende concienciar a la población mundial de la importancia de hacer pequeños grandes cambios de cara al futuro.  Por eso, como reza el lema de la campaña ‘Combate el cambio climático: conduce eléctrico’, el futuro es eléctrico.

La inversión desarrollada por los fabricantes de los monoplazas que participan en la Fórmula E facilitará la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que, como ya ocurre en el caso de la Fórmula 1, se trasladarán a los vehículos que todos usamos en nuestra vida cotidiana.

Mejores baterías, más eficientes, con mayor autonomía y una recarga mucho más rápida son alguno de los retos de cara al futuro que muy probablemente sitúen a la Fórmula E en la vanguardia del I+D+I que los fabricantes aprovecharán para sus futuros diseños.

Mediante la campaña ‘Combate el cambio climático: conduce eléctrico’ impulsada por el CEO de la Fórmula E, Alejandro Agag, se pretende concienciar del peligro que para la humanidad supondría no hacer nada para luchar contra el calentamiento global. Este año, el 2016, se espera que marque un nuevo récord histórico de altas temperaturas. Las grandes extensiones de hielo de Groenlandia se derriten cada año a un ritmo vertiginoso, por eso desde la Fórmula E se pretende reducir al máximo las emisiones que producen los coches, hasta un 10% de los gases de efecto invernadero.