Viajes

Vivir los Picos de Europa como pastores

Los Picos de Europa son una de las zonas más bellas del territorio español. Situados en Asturias (su mayor parte), León y Cantabria, suponen uno de los destinos fetiche para los viajeros amantes de la montaña. Cientos de sendas esperan al visitante para recorrerlos a pie. Es es como mejor se disfrutan. Los colores grisáceos de la caliza cantábrica se armonizan perfectamente con el verde de la vegetación y los diferentes tonos de azul del cielo. Y el tiempo parece detenerse en sus cumbres, especialmente para sus pocos habitantes: los pastores.

Tierra de pastores

Los Picos de Europa han estado poblados por pastores desde tiempos inmemoriales. De hecho, le debemos a todos ellos buena parte de los caminos que se internan por cimas imposibles, por la espesura de los bosques o por hermosas praderas.

En cualquier caminata, el viajero se encontrará viejas cabañas de piedra abandonadas. Tanto es así que son muy pocos los pastores que aún permanecen pasando la mayor parte de su tiempo en el monte. Como si se resistieran a sucumbir al paso de los años. Eso sí, no es difícil que cuando el viajero se encuentra a alguno, éste le dé buena conversación e incluso le invite a café .

Ruta de las Mayadas de los Pastores

Es más, si le invitan a pasar a sus cabañas, el viajero sentirá como si viajara al pasado. No obstante, esta experiencia es posible vivirla aunque sea por una o dos jornadas. En la Ruta de la Mayada de los Pastores le rinden culto a estos trabajadores y al cuidado que han hecho del ganado y del entorno a lo largo de los años.

Tras una bonita caminata desde Arenas de Cabrales (Senda del Caoru) o desde el más cercano pueblo de Tielve, el viajero que quiera vivir esta experiencia llegará a Tordín. Allí, en una majada espectacular a 1.250 metros de altura se encuentra la cabaña donde pasará la noche.

Durante su estancia, comerá lo que comen los pastores y dormirá donde ellos duermen. Asimismo, conocerá cómo se elabora el famoso queso de Cabrales. Además, conocerá la fauna y la flora locales. E incluso jugará a los bolos asturianos. Es más, si la visita se realiza en invierno, podrá recorrer la zona con raquetas de nieve.