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Entre los pueblos más hermosos de España se halla Liérganes, una joya situada en la comarca cántabra de Trasmiera. Este municipio, compuesto por trece pedanías, se ubica en un entorno pintoresco que enamora a los visitantes.
Liérganes no solo sobresale por su belleza natural, sino también por su rico patrimonio arquitectónico. Asimismo, es célebre por ser el escenario de la conocida leyenda del Hombre Pez.
Liérganes, un pueblo atrapado en el tiempo
Declarado de interés Histórico-Artístico Nacional en 1978, esta villa tradicional alberga una valiosa arquitectura clasicista que data de los siglos XVII y XVIII, reflejo del próspero periodo económico impulsado por la fábrica de artillería en la comarca.
La historia de Liérganes está entrelazada con la famosa leyenda del Hombre-Pez, protagonizada por Francisco de la Vega, un personaje nacido en la localidad en 1660. La leyenda cuenta cómo Francisco se lanzó al río Miera y desapareció en el Cantábrico. Años después, fue encontrado en la bahía de Cádiz, en un estado de locura y silencio.
Además, destaca la dualidad entre Liérganes y su balneario, que se encuentra rodeado de una impresionante finca con árboles de gran porte, otorgándole un aire decimonónico distintivo que añade aún más encanto al lugar.
Historia
El municipio de Liérganes, tal como lo conocemos hoy, es el fruto de la unión de tres localidades: Liérganes, Pámanes y Los Prados, que se oficializó en el año 1813, generando controversia con las comunidades vecinas. Sin embargo, las primeras referencias de su existencia se remontan al año 817, vinculadas al Monasterio de San Martín de Liérganes, del que ya no quedan vestigios.
La configuración oficial del municipio se estableció en 1351, según el Libro de las Merindades de Castilla, describiéndolo como un lugar de behetría. Durante la Edad Moderna, Liérganes experimentó su máximo esplendor, especialmente con la fundación de una fábrica de fundición de hierro en 1622, dedicada a la producción de artillería y municiones para la Corona.
El Balneario de Liérganes, inaugurado en 1862, aprovechó los supuestos poderes curativos de la Fuente Santa para ofrecer tratamientos terapéuticos para diversas dolencias. Su prestigio creció cuando Alfonso XIII y Victoria Eugenia visitaron el balneario en 1921, contribuyendo a su popularidad y convirtiéndolo en un lugar emblemático.
Qué ver
El Puente Mayor, también conocido como el Puente Romano, es una estructura icónica que se alza majestuosamente sobre el río Miera en Liérganes. Construido en 1606 con piedras extraídas del propio río, este puente es una parte crucial de la historia local. Su importancia radica en su papel durante la revolución del transporte en el siglo XVI en Cantabria al conectar la comarca con el Camino de Castilla.
El Puente Rubalcaba, construido en el siglo XVII, es otra joya arquitectónica que merece la pena visitar. Aunque ha sido rehabilitado varias veces debido a las crecidas del río Miera, sigue siendo un lugar pintoresco que forma parte de un encantador conjunto junto con un molino harinero, una presa y una ermita cercana.
La Iglesia de San Pantaleón, ubicada en la colina sur del pueblo, brinda la oportunidad de disfrutar de vistas espectaculares del entorno cántabro desde lo alto. Por otro lado, la Iglesia de San Pedro Advíncula es un tesoro renacentista único en Cantabria. Construida en el siglo XVII, destaca por sus impresionantes retablos, especialmente uno diseñado por Tirso de la Cidre y Francisco de la Torre entre 1660 y 1670.
La Fábrica de Cañones, activa entre los siglos XVII y mediados del XIX, desempeñó un papel vital en la defensa del Reino de España, especialmente en la protección de sus mares. Los bosques locales, el río Miera y la mano de obra contribuyeron a la producción de cañones para la armada española, convirtiendo a Liérganes en un importante centro industrial.
La estatua del Hombre Pez, ubicada bajo el puente, rinde homenaje al legendario personaje local, Francisco de la Vega Casar, quien se cree que fue el hombre detrás del mito. Detalles como las escamas en su espalda dan vida a esta conmovedora historia. Completando la visita, el Centro de Interpretación del Hombre Pez, ubicado en un antiguo molino harinero, ofrece una experiencia detallada sobre la leyenda y su contexto histórico.
El Ecomuseo Fluviarium, ubicado frente al ayuntamiento de Liérganes, promueve la conservación y difusión de los valores etnográficos y naturales de la región. Es un lugar destacado en la zona, donde los visitantes pueden aprender sobre la vida en las Montañas y Valles Pasiegos, y ocasionalmente presenciar cómo alimentan a las nutrias.
El encanto de Liérganes no se limita a su riqueza cultural y paisajística, sino que también ofrece opciones para relajarse y descansar. El balneario tiene una historia que se remonta al siglo XIX, cuando los manantiales de la Fuente Santa de Liérganes dieron origen a este establecimiento. Su presencia ya estaba registrada en documentos de esa época, lo que evidencia su importancia histórica y su arraigo en la región.