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Ni Ávila ni Sigüenza: la joya medieval del siglo XIV que fue uno de los primeros Monumentos Nacionales de España

España puede presumir de ser el país europeo con más castillos en pie, testigos de una historia marcada por reinos, conquistas y órdenes militares. Entre esas joyas medievales se encuentra una construcción del siglo XIV en la provincia de León. Su conservación y su peso histórico la llevaron a ser catalogada como uno de los primeros Monumentos Nacionales.

Esto lo convierte en un referente del turismo patrimonial y en un ejemplo de cómo la restauración puede mantener viva la memoria de un territorio.

¿Cuál es la joya medieval considerada uno de los primeros Monumentos Nacionales de España?

En la localidad leonesa de Valencia de Don Juan, también conocida por su nombre histórico de Coyanza, se levanta una fortaleza que domina la vega del río Esla y fue considerada uno de los primeros Monumentos Nacionales. Se trata del castillo de Coyanza, erigido en el siglo XIV.

Esta es la cuarta construcción defensiva documentada en el mismo solar, donde antes existieron fortalezas anteriores desde la Edad del Bronce, el Hierro y la época romana.

El castillo fue mandado construir por el infante Juan de Portugal, duque de Valencia de Campos, y continuado por la familia Acuña y Portugal. Su estructura combina piedra, ladrillo y tapial, elementos típicos de la arquitectura gótico-militar peninsular.

Durante siglos, esta fortaleza fue clave en la defensa de los reinos del norte y escenario de enfrentamientos como la Guerra de Sucesión Castellana, donde murió el propio conde Juan de Acuña al caer desde una de sus ventanas.

La fortaleza cayó en abandono a mediados del siglo XVI y no fue hasta el siglo XX cuando comenzó un proceso de restauración que devolvió parte de su esplendor. Hoy, sus murallas, torres y la Torre del Homenaje conforman una de las estampas más reconocibles de la comarca del Esla-Oteros.

De la ruina a su reconocimiento como uno de los primeros Monumentos Nacionales

El castillo de Valencia de Don Juan fue uno de los primeros Monumentos Nacionales de España, tras su declaración como Monumento histórico-artístico en 1931 por el gobierno de la Segunda República.

Este reconocimiento marcó un punto de inflexión en la protección del patrimonio arquitectónico español, especialmente en una época en la que muchas fortalezas medievales estaban al borde del deterioro total.

A partir de ese momento, el castillo se convirtió en ejemplo de conservación patrimonial. En las décadas siguientes, varias restauraciones consolidaron sus muros, recuperaron parte de la torre principal y habilitaron accesos para la visita pública.

Entre los años 1950 y 2005 se realizaron intervenciones arqueológicas, reconstrucciones y mejoras estructurales que permitieron su apertura al turismo cultural.

El edificio pertenece a la Fundación Instituto Valencia de Don Juan, con sede en Madrid, que lo cedió al Ayuntamiento de la villa para su gestión durante 75 años, en un acuerdo que permite compatibilizar la conservación con su uso turístico y cultural.

Museo y vida cultural en torno al castillo de Valencia de Don Juan

Uno de los grandes atractivos del castillo es su Museo del Castillo de Valencia de Don Juan, inaugurado en 2008 dentro de la Torre del Homenaje. En él se exhiben materiales arqueológicos hallados en el recinto y en el entorno de la villa: escudos nobiliarios, monedas, vajillas, yeserías góticas y otros restos que ayudan a comprender la historia local y la evolución del edificio.

El museo no solo cumple una función divulgativa, sino que también impulsa la actividad cultural en la comarca. A lo largo del año se organizan exposiciones, conferencias y eventos que refuerzan el vínculo entre el pasado medieval y la vida contemporánea de Valencia de Don Juan.

A su vez, el recinto, iluminado de noche, se ha convertido en escenario de actos institucionales, representaciones teatrales y conciertos, recuperando así su papel central en la vida social de la villa.

De León a Camelot: la curiosa conexión cinematográfica del castillo

Pocos saben que el castillo de Valencia de Don Juan fue fuente de inspiración para el cine británico. Una fotografía invertida de su estructura sirvió como modelo para recrear la fortaleza de Camelot en la película Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975), una comedia del grupo Monty Python.

¿Qué más hay para visitar en Valencia de Don Juan?

Valencia de Don Juan se encuentra a menos de 40 kilómetros de León capital, en una zona agrícola donde el 80% del territorio se dedica al cultivo. Pese a su carácter rural, la localidad cuenta con servicios modernos y un entorno preparado para el turismo de interior.

En torno al castillo se pueden visitar la iglesia de Nuestra Señora del Castillo Viejo, con una imagen gótica del siglo XIII, y la iglesia de San Pedro Apóstol, que conserva un retablo del siglo XVI obra de Guillermo Doncel. Además, las calles del casco histórico conservan casonas solariegas y ejemplos de arquitectura tradicional que muestran el pasado señorial de Coyanza.

Desde la atalaya del castillo se domina el valle del Esla, donde se han habilitado senderos, merenderos y una piscina natural. En la ribera contraria se encuentra un observatorio de aves, ideal para conocer la fauna local. Este equilibrio entre patrimonio y entorno natural ha convertido al municipio en un destino cada vez más valorado dentro del turismo cultural leonés.

Cómo llegar al Castillo de Valencia de Don Juan y los horarios de visita

El castillo se encuentra en León, a unos 38 kilómetros al sur de la capital provincial. Se puede acceder fácilmente por la carretera LE-512, que conecta León con Valencia de Don Juan, o a través de la N-601, en dirección a Valladolid.

Este abre de martes a domingo, con horario variable según la temporada. En verano suele abrir de 10:30 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, mientras que en invierno el horario se reduce al turno de mañana. Se recomienda consultar la web oficial del ayuntamiento para confirmar los horarios actualizados.

Por último, la entrada al recinto y al museo tiene un coste simbólico que contribuye a la conservación del monumento. Existen tarifas reducidas para grupos, estudiantes y mayores de 65 años.