Éstas son las ciudades españolas ideales para escaparse cualquier fin de semana: tienen dos catedrales
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La riqueza histórica, cultural y arquitectónica de las ciudades de España se manifiesta en su variada colección de catedrales. Desde las majestuosas estructuras góticas hasta las imponentes obras renacentistas y barrocas, cada una cuenta una historia única de siglos de evolución artística y religiosa. Lo más habitual encontrar una catedral en cada ciudad, pero algunas localidades albergan dos de éstas grandiosas construcciones.
Cabe destacar que uno tesoros más notables de la provincia de Lugo es la Catedral de San Martín de Mondoñedo, que presume de ser la más antigua de España. Situada en el pintoresco municipio de Foz, esta joya arquitectónica fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931.
Zaragoza
La ciudad de Zaragoza alberga dos impresionantes monumentos religiosos que son verdaderas joyas arquitectónicas y símbolos de su historia. La primera es la Catedral de San Salvador, conocida como La Seo, que tiene sus raíces en el templo principal de la antigua Caesaraugusta romana, más tarde convertido en mezquita durante la época musulmana.
La segunda joya es la Basílica del Pilar, una de las catedrales marianas más importantes del mundo y uno de los monumentos más visitados de España. Según la tradición católica, en su interior se encuentra la columna sobre la que la Virgen María se apareció al apóstol Santiago durante su misión de evangelización en la Península Ibérica.
Cádiz
En Cádiz, dos magníficos templos destacan en el paisaje urbano, cada uno con su propia historia y estilo arquitectónico distintivo. La Iglesia de Santa Cruz, también conocida como la Catedral Vieja, es el templo más antiguo de la ciudad, datando su construcción en 1263 por orden de Alfonso X el Sabio, en el lugar donde antes había una mezquita.
Mientras tanto, la imponente Catedral de Santa Cruz sobre el Mar, también llamada Santa Cruz sobre las Aguas o Catedral Nueva, fue construida en 1722 bajo la dirección del arquitecto Vicente Acero, quien anteriormente había trabajado en la Catedral de Granada.
Salamanca
En Salamanca, dos magníficas catedrales se alzan una al lado de la otra, cada una representando una época y estilo arquitectónico distintivo. La Catedral Nueva, de estilo gótico, se considera el «último suspiro del gótico» debido a su construcción cercana al período renacentista. Es un impresionante ejemplo de densa monumentalidad, fusionando el gótico con el barroco y el renacimiento en una expresión de piedra, figura y cristal.
Por otro lado, la Catedral Vieja de Salamanca es un magnífico ejemplo del románico europeo, con su famoso cimborrio o torre del gallo. Aunque más sencilla y austera en comparación con su vecina, su interior está lleno de pequeñas esculturas y detalles que deleitan al espectador con su expresividad. Cada rincón de la Catedral Vieja revela un nuevo detalle.
Vitoria
La Catedral de Santa María, construida en el siglo XIII, es el primer templo que se construyó en Vitoria. Situada en el corazón del centro histórico de la ciudad, exhibe un distintivo estilo gótico, aunque originalmente fue concebida como una iglesia-fortaleza. Esta característica la integró a las defensas de la ciudad durante sus primeros años de existencia.
Por otro lado, otro monumento destacado en la capital vasca es la Catedral de María Inmaculada, también conocida como la Catedral Nueva, que representa el edificio neoclásico más sobresaliente de la ciudad.
Lérida
En lo alto de una colina que domina majestuosamente la ciudad de Lérida, se encuentra La Seu Vella, un impresionante ejemplo de arquitectura románica que se alzó entre los siglos XIII y XV. Esta imponente estructura, con su ubicación estratégica, atrajo la atención incluso en el siglo XVIII, cuando se transformó en un cuartel militar.
La transformación de ésta antigua catedral llevó al surgimiento de una nueva en el corazón de la ciudad, adoptando un estilo barroco que contrasta con la sobriedad románica de La Seu Vella. La construcción de La Seu Nova fue un proceso sorprendentemente rápido, completado en apenas 20 años. En su interior, la nueva catedral alberga una reliquia única: la Virgen del Chichón.
Plasencia
Plasencia, una ciudad que no es capital de provincia, atrae a numerosos visitantes porque su gran patrimonio arquitectónico, en el que destacan las dos catedrales dedicadas a la Virgen María, ambas incompletas. La construcción de la antigua catedral, que data del inicio del siglo XIII, representa una transición del románico al gótico. Aunque austera en su estructura, conserva sus tres naves, habiendo perdido la cabecera y el crucero durante el proceso de construcción de la catedral nueva.
Separadas por un muro adornado con un retablo, la catedral nueva fue construida a finales del siglo XV. A lo largo del siguiente siglo, su construcción se extendió. A diferencia de la vieja catedral, ésta cuenta con cabecera y crucero, aunque carece de las naves del cuerpo y parte de la fachada posterior. Al adentrarse en su interior, resaltan la sillería del coro y el altar mayor como elementos de especial interés.