Tecnología
dispositivo móviles

Este año no necesitas un nuevo teléfono, necesitas aprender a usar bien el que ya tienes

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Cada año pruebo más de veinte móviles distintos por mi trabajo. Modelos de gama alta, media, con cámaras espectaculares, pantallas que parecen de cine y funciones que eran inimaginables hace poco. Y, sin embargo, cuanto más los pruebo, más convencido estoy de algo, la mayoría de la gente no necesita cambiar de teléfono este año. Lo que necesita es aprender a usar bien el que ya tiene.

Sí, suena raro que lo diga alguien que vive rodeado de smartphones. Pero precisamente por eso lo digo, he visto cómo cada año se nos vende una evolución que muchas veces solo es una vuelta de tuerca estética o una función más en la cámara. Y he visto también cómo la mayoría de usuarios ni siquiera aprovecha lo básico.

Usamos los móviles igual que hace cinco años

Tienes un móvil con un chip capaz de mover juegos en 3D, grabar en 4K, editar vídeo sin necesidad de ordenador, controlar tu casa, organizar tu agenda y hasta hacer mostrarte el electrocardiograma que te has hecho con el reloj, en algunos casos. Pero ¿para qué lo usas? WhatsApp, redes sociales, alguna foto, ver vídeos…

No es una crítica, es una constatación y lo veo cada día. Y también lo veo en mí, cuando estoy muy liado, incluso teniendo lo último del mercado en la mano, acabo usándolo igual que cualquiera. Porque nos hemos acostumbrado a hacer lo mínimo, aunque llevemos un dispositivo increíble en el bolsillo.

Mi mesa ahora mismo.

¿Y si el problema no es el móvil, sino cómo lo usas?

Hay funciones que la mayoría ni sabe que existen. Por ejemplo, el escáner de documentos integrado en la cámara, los modos manuales para fotos, las herramientas de productividad que vienen preinstaladas, las opciones de accesibilidad que pueden hacerte la vida más fácil, las automatizaciones… Pero todo eso queda enterrado, porque nadie se para a indagar. Y mientras tanto, pensamos que lo que necesitamos es un móvil nuevo. Cuando en realidad lo que necesitamos es conocer mejor el que tenemos.

Cambiar por costumbre es el nuevo postureo

Cada presentación, cada filtración, todo está diseñado para crear deseo. Lo nuevo siempre parece más limpio, más rápido, más potente. Pero cuando has probado más de veinte teléfonos al año, te das cuenta de que el cambio real no siempre es tan grande. Muchas veces, la diferencia está en los detalles, y solo la notas si ya exprimiste al máximo el modelo anterior.

Lo que pasa es que muchos cambian de móvil sin haber aprendido a usar bien el anterior. Es como cambiar de coche porque salió uno con luces nuevas, pero tú todavía no sabes usar bien el control de crucero del tuyo.

Sácale partido al tuyo antes de mirar otro

No estoy diciendo que no debas cambiar de móvil, a fin de cuentas cada uno hace con su dinero lo que quiere. Solo que no tiene sentido hacerlo por inercia, ni por aburrimiento, ni porque ves a otros hacerlo. Tu teléfono no está viejo. Solo está infrautilizado.

Date una oportunidad, pierde un rato conociendo sus ajustes, descubre funciones, prueba algo nuevo. Igual descubres que tienes más de lo que pensabas. Y que lo único que te falta no es un nuevo teléfono, sino un poco de curiosidad.