INVESTIGACIÓN POLICIAL

La Policía cree que el asesino de Serrano tenía pensado matar a su mujer cuando la hizo volver de París

La mujer regresó a Madrid tras hablar con Fernando González, pero decidió dejar a su hija en Francia al cuidado de una amiga

El cuerpo de Gema Jiménez fue encontrado en la cocina con una herida de bala en la cabeza y su amiga de 70 años en el salón junto al cadáver de su marido

El arsenal del asesino de la calle Serrano: pistolas de 9 mm, silenciadores y cuchillos de combate

perro sánchez
Fernando González de Castejón que asesinó a dos personas en Serrano y luego se suicidó.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

A las 02:00 de la madrugada del domingo al lunes algunos vecinos escucharon un sonido “como si algo se hubiera caído”. Lo siguiente fue el silencio apoderándose del primero C del número 205 de la calle Serrano de Madrid. El Grupo V de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía trata de reconstruir los pasos que el doble homicida y posterior suicida dio dentro de esa casa para comprender en qué orden murieron las víctimas. También se valen de testimonios vivos que dibujan el deterioro de la relación del matrimonio y que podrían apuntar a que Gema Jiménez iba a marcharse de la casa que compartía con el conde y marqués.

Cuando los agentes encontraron los tres cadáveres repartidos entre varias estancias del piso de la calle Serrano de Fernando González de Castejón lo primero que hicieron tras certificar su fallecimiento es averiguar quiénes eran aquellas personas y qué hacían cada uno de ellos allí. En el salón de la casa parecía estar muerto el autor de los disparos, tanto por la situación de una pistola 9 mm cargada que se encontraba cerca del cuerpo del hombre como la herida que presentaba, compatible con un acto suicida.

En la misma habitación el cadáver de una mujer de 70 años. En la cocina, el de otra, de 43. El problema era que la septuagenaria no portaba documentación y no se pudo identificar de inmediato. Mayor problema era que la mujer de la cocina no debería estar allí, aunque fuera una de las habitantes de la casa: Gema Jiménez era la esposa del hombre que le había disparado en la cabeza de madrugada en la cocina de su casa, pero es que Gema no debería haber estado en su casa en la calle Serrano aquella noche. Ni siquiera debería haber estado en Madrid.

Sin licencia de armas

El matrimonio iba francamente mal. Las broncas y los gritos eran habituales entre las ventanas de los demás vecinos. En la calle era otra cosa, todo buenos modales. La cosa tomó otro cariz en 2018, año en el que la Policía tuvo que acudir a la casa en lo que quedó como un grave incidente de Violencia de Género. De hecho, otros episodios anteriores de violencia, pero contra su madre y su hermana, le habían valido a González de Castejón un severo reproche penal que trajo consigo la prohibición de tener armas. Fuentes de la Guardia Civil confirman a OKDIARIO que además de eso, el noble nunca ha tenido permiso de armas.

El dato es importante, porque además del arma homicida, la Policía encontró en la casa de Serrano más pistolas, armas blancas e incluso silenciadores, complemento balístico prohibido en nuestro país. Los investigadores le siguen el rastro a todas esas armas para conocer cómo fueron adquiridas, si a través de colecciones, herencias o en el mercado negro.

Gema estaba en Francia horas antes de ser asesinada. Estaba allí con la hija que tenía en común con el noble. Juntas estaban pasando unos días en París para que la niña, que ronda los 10 años, visitara un conocido parque temático. Fue entonces cuando Fernando llamó a Gema y la conversación acabó en un precipitado regresado de la mujer a Madrid, quien de manera cautelosa dejó a su hija en compañía de una amiga. Quién sabe si ese gesto salvó la vida de la niña.

El lunes a las 10:00 de la mañana, el portero de la casa descubrió el cuerpo de Gema en la cocina. La vio desde otra ventana. Fernando la había matado antes de quitarse la vida él. Pero ¿quién era la mujer de 70 años, ¿qué hacía en la casa y cuando la mató Fernando? Los investigadores creen que el hombre ya tuviera serias intenciones de hacer daño a su mujer cuando la llamó a Francia y que incluso ella lo detectara y por eso dejara a la niña allí. La mujer hallada en la casa con el matrimonio era una persona que les ayudaba de vez en cuando con determinadas cuestiones como el cuidado de la niña, pero más como una amiga que como una empleada. La Policía cree que aquella noche acudió a ayudar a Gema y que fuera uno de los ingredientes que desatara la ira de su marido.

Fernando fue al salón. Cargó una de sus pistolas. Caminó hasta la cocina para acabar con la vida de Gema. Regresó al salón para matar a la mujer de 70 años y acabó quitándose la vida a su lado. Los investigadores creen que esta escena ya estaba en la cabeza del noble antes de que se produjera, pero la certeza de que fuera así sólo lo sabía él.

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