Dos hermanos detienen al ‘Rambo gallego’ cuando intentaba robar en casa de su madre

Finalmente han sido dos hermanos, vecinos de la localidad coruñesa de Valdoviño, los que han acabado con la carrera criminal de Alfredo Sánchez Chacón, el apodado Rambo gallego después de que lo sorprendiesen entrando a robar en la casa familiar, ubicada en la parroquia de Loira. Sánchez, de 63 años, ex soldado y especialista en supervivencia, permanecía fugado desde marzo de 2021, cuando no regresó a la prisión de Monterroso tras un permiso penitenciario de tres días. Se había convertido lo que en argot policial se conoce como un «quebrado».

Los dos hermanos lo sorprendieron a las doce y media de la noche del miércoles intentando forzar la casa de su madre y lo persiguieron tras avisar a otro vecino, guardia civil de profesión. Según adelanta La Voz de Galicia este vecino disparó dos veces al aire para que el fugitivo se detuviese. Luego llegó una patrulla de la Guardia Civil que lo trasladó a un hospital porque el Rambo gallego se encontraba herido en un pie por la caída desde la ventana por la que pretendía acceder a la vivienda.

Sánchez Chacón se escondía en el parque natural de Fragas do Eume, zona que ya conocía desde 1996 cuando se escondió tras un asesinato. Un cazador lo encontró acampado en la misma zona el pasado mes de diciembre, pero cuando llegó la Guardia Civil había levantado ya el campamento y había huido. El Rambo gallego sirvió en la Legión y estuvo destinado en Fuerzas Especiales durante la década de los 80. En 1996 asesinó de un disparó a un joven en las fiestas de San Roque (Pontevedra) y huyó al monte hasta que en marzo de 1997 fue detenido.

Mientras se encontraba en prisión preventiva en Vigo huyó de la cárcel aprovechando una pelea de varios reclusos y descolgándose desde su celda a la calle usando varias sábanas atadas. Estuvo escondido hasta 2002 cuando fue detenido y condenado a 17 años de cárcel por el asesinato y otros delitos menores. Debía salir de prisión definitivamente en 2025.

Ahora se le acusa de una veintena de robos de comida en otras tantas casas, casi todos en la zona de Pontedeume. Justo hace una semana un vecino de Santa Mariña do Monte contó que se lo había encontrado en su garaje y que, al verse sorprendido, le dio un golpe y salió huyendo.