Sucesos
DESAPARECIDA TRASPINEDO

El BMW de ‘El Manitas’ centra los trabajos del CSI de la Guardia Civil en la desaparición de Valladolid

Dos vehículos centran el interés del caso: el del primer detenido y un monovolumen en el que Esther López abandonó el pueblo de madrugada con el nuevo sospechoso.

OKDIARIO ha tenido acceso en exclusiva a las imágenes del coche que estuvo en uso y sin custodia durante 10 días tras la desaparición

Las 6 cámaras de la Guardia Civil que pueden esclarecer la desaparición de la joven de Valladolid

El móvil de la desaparecida de Valladolid se apagó a las 5:00, dos horas después de perderse su pista

El juez deja libre al ‘Manitas’, el único detenido por la desaparición de la joven de Valladolid

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La búsqueda de Esther López, la mujer de 35 años desaparecida en Traspinedo el pasado 12 de enero, se trata de resolver desde el aire con helicópteros, con drones, desde tierra con perros especialistas, con agentes de campo, desde el agua, con buzos, pero también desde el microscopio. El servicio de Criminalística de la Guardia Civil se ha dedicado los últimos días a analizar palmo a palmo la propiedad del detenido por la desaparición de Esther. Una casa a pocos metros de donde se le perdió la pista y frente a la que Ramón, alias El Manitas, aparcaba su coche, un BMW antiguo que los agentes rastrean también palmo a palmo y casi a oscuras para encontrar si Esther pudo dejar algo de ella misma en ese coche antes de protagonizar su desaparición en Valladolid.

El BMW propiedad de Ramón estaba frente a la casa que ha sido registrada.

El escenario de trabajo para los expertos en ciencia policial forense de la Guardia Civil no es el idóneo. Ramón conduce un BMW antiguo, grande y muy descuidado. Los tres mayores enemigos de la inspección técnico ocular de un vehículo. Los investigadores han tomado todo tipo de muestras del interior del coche y su maletero, desde huellas dactilares a restos de tierra en las alfombrillas, colillas de entre las decenas que se acumulaban en el cenicero y otros objetos susceptibles de haber sido tocados por personas distintas a Ramón a bordo del vehículo.

Interior del vehículo del detenido que la Guardia Civil.

Otros restos también son importantes, como cabellos, fibras textiles o fluidos con material genético, como saliva u otros. Pero por encima de todo, si existe un resto que los investigadores tratan de aislar siempre que inspeccionan un vehículo vinculado a una desaparición forzosa, ese es la sangre humana. Para eso los agentes se enfundan en sus monos de trabajo e incapaces de intoxicar nada con su presencia dejan el coche a oscuras para que la luz negra, la que aparece como morada en las imágenes de la inspección del coche, revele si queda algún resto sanguíneo en el vehículo haya sido este limpiado o no. El coche de Ramón, del que OKDIARIO ha obtenido imágenes en exclusiva, no destaca precisamente por su cuidado y limpieza, y eso no facilita las cosas en un caso como esta desaparición en Valladolid.

Cada objeto o resto encontrado en el coche del detenido ha sido balizado.

Los agentes además de buscar restos en el coche han señalado con balizas todo lo hallado que sea interesante para la investigación. No es lo mismo encontrar un cabello largo, aparentemente de mujer, en el asiento del copiloto que en el maletero, por ejemplo. Cuando todo el vehículo ha sido procesado las muestras se envían al laboratorio que es dónde los agentes saben si alguna de esas colillas la fumó Esther o si la joven dejó algún resto en el coche de quien ha sido el primer sospechoso del caso.

Otro coche de interés para el caso

Pero el de Ramón no es el único coche de interés para los agentes de la Guardia Civil de Valladolid. Esther López abandonó Traspinedo la noche del 12 de enero a bordo de un Volskwagen Touran propiedad de O.S. Este hombre se presentó el miércoles día 26 a declarar por quinta vez en dependencias de la Guardia Civil y lo hizo en presencia de un abogado. En apenas dos semanas ha pasado de ser testigo, a persona de interés y ahora ya, sin ambages, se trata de un sospechoso para los investigadores que trabajan en esclarecer la desaparición de la joven de Valladolid.

Lo que él relata, aunque posible, sigue careciendo de sentido para los agentes que aún no entienden cómo pudo dejar sola a una mujer de madrugada en mitad de una carretera comarcal. Las reconstrucciones de los investigadores, quienes han estado en ese cruce a esa hora de la madrugada para recrear el último escenario conocido de Esther, apuntan a que apenas circulan vehículos a esas horas, por lo que hasta ahora nadie puede respaldar la versión de O.S. Y aquí es donde, de nuevo, los coches cobran importancia.

Además del análisis interior de los vehículos, los agentes toman también muestras del exterior, sobre todo de la zona cercana a las bandas de rodadura de los neumáticos. Si estos coches han transitado por zonas de tierra pudieron dejar sus huellas, pero también llevarse algo del terreno consigo. Además, tal y como adelantó OKDIARIO, los agentes cuentan con un juego de cámaras de vigilancia de Tráfico que también actuaron la noche de la desaparición como testigos silenciosos en la carretera en la que desapareció Esther. Muchísimos elementos para un grupo de investigadores que trabajan contrarreloj, con descansos de apenas unas horas para descansar la vista y seguir buscando a la joven desaparecida en Valladolid.