Sociedad

El Papa nombra 13 nuevos cardenales entre los que se encuentra el español Monseñor Celestino Aós Braco

El Papa Francisco ha nombrado este sábado 13 nuevos cardenales. Entre los recién ingresados al cardenalato se encuentra el arzobispo de Santiago de Chile, de origen español, Monseñor Celestino Aós Braco. Asimismo, el pontífice ha consolidado a España como cantera de confianza en la definición de los perfiles del colegio cardenalicio.

España es, actualmente, el tercer país en la lista de países con más cardenales electores. Por delante se encuentra Italia que cuenta con 22 y Estados Unidos con nueve. En total, hay seis cardenales españoles con derecho a voto en un eventual cónclave en caso de que el Papa falleciera, y ocho cardenales no electores.

Los cardenales españoles que son obispos de diócesis españolas son: Ricardo Blázquez, de Valladolid; Antonio Cañizares, de Valencia; Juan José Omella, de Barcelona; y Carlos Osoro, de Madrid. A ellos se suman dos cardenales de la Curia: Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso; y Luis Francisco Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Además hay otros tres cardenales de origen español, pero que son obispos en otros países y que el Vaticano no cuenta como cardenales de España, sino de los países de sus diócesis: Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile (Chile); José Luis Lacunza, obispo de David (Panamá); y Cristóbal López, obispo de Rabat (Marruecos).

El Papa también ha creado otros cuatro cardenales mayores de 80 años y, por tanto, sin participación en un eventual cónclave. Su nombramiento ha sido una distinción honorífica por su servicio a la Iglesia: Felipe Arizmendi, obispo «emérito» de San Cristóbal de Las Casas; Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia; Mons.Enrico Feroci, sacerdote de la Parroquia de Santa Maria del Divino Amor en Castel di Leva (Italia) y ex director de Caritas (Roma) y Silvano Tomassi, ex nuncio y observador del Vaticano en la ONU.

Si incluimos también a los cardenales mayores de 80 años y por tanto sin derecho a voto, Italia sigue teniendo el grupo de cardenales italianos más numeroso (47), seguido de Estados Unidos (15) y España (14).

Desde el punto de vista de los continentes, Europa está sobrerepresentada ya que suma entre purpurados electores y no electores 106 cardenales, frente a los 30 que tiene África 30 o los 27 de Asia. América del Norte cuenta con 26, América del Sur con 25, América Central con 9 y finalmente Oceanía con 6.

Celebración marcada por la pandemia

El rito de la creación de nuevos cardenales se ha celebrado, como todas las ceremonias que se han celebrado durante la pandemia, en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, y no en el altar de la Confesión. Esta decisión ha repercutido directamente en el número de personas que estaban presentes en la celebración ya que se trata de un lugar con menos espacio.

De hecho, había un número muy reducido de fieles que rondaba el centenar y que han respetado en todo momento las distancias de seguridad para evitar posibles contagios. A este respecto, las entradas emitidas por la Prefectura de la Casa Pontificia se reservaron solo para los acompañantes más estrechos de los eclesiásticos.

Además, en cumplimiento de las normas vigentes destinadas a contrarrestar la circulación del coronavirus, todos los presentes llevaban mascarilla. Desde el punto de vista litúrgico, la única verdadera novedad ha sido la omisión del abrazo de paz que los nuevos cardenales reciben normalmente de parte de otros purpurados de más antigua creación.

Como es habitual, en la celebración estaban presentes los párrocos y rectores de las iglesias titulares que se han otorgado a los nuevos cardenales. El primero de ellos, el maltés Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, ha sido el encargado de dirigir el saludo al Santo Padre.

El ritual de la imposición de la birreta cardenalicia, así como la entrega del anillo y la asignación de la bula cardenalicia ha respetado sus formas tradicionales. Otra novedad ha sido la eliminación de las visitas de cortesía habituales en estas celebraciones. En el pasado, estas ocasiones daban lugar a grandes aglomeraciones donde los amigos y conocidos de los nuevos cardenales se apiñaban en torno a ellos para rendirles homenaje.

Revitalizar África, Asia y Oceanía

Con este consistorio, el séptimo convocado por Francisco, han salido revitalizadas las diócesis de África, Asia y Oceanía, que pasan de representar una quinta parte de los electores (20%) a casi un tercio de los mismos (30%). En este sentido los países de Brunei y Ruanda hacen por primera vez su entrada histórica en el Colegio cardenalicio con la creación de Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali y Cornelius Sim, obispo de Puzia de Numidia, respectivamente.

Por órdenes e Institutos religiosos, hay 26 representadas, para un total de 51 cardenales (29 votantes) que llevan el hábito de su Instituto bajo el púrpura. Los más representados son los Salesianos (9), seguidos por los Jesuitas (7). Cabe señalar que con el Padre Mauro Gambetti, custodio del Sagrado Convento de Asís, la Orden de los Franciscanos Conventuales también forma parte del grupo de los purpurados.

Otra de las curiosidades que han marcado este consistorio es que el Papa ha elegido a tres cardenales que no habían sido nombrados obispos antes. Se trata de Fray Mauro Gambetti, franciscano conventual, Custodio del Sacro Convento de Asís; Fray Raniero Cantalamessa, capuchino, Predicador de la Casa Pontificia; y monseñor Enrico Feroci, párroco en Santa María del Divino Amore en Castel de Leva.