El Papa clausura el Jubileo: «Pidamos la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación»

Papa Francisco-Jubileo
El Papa Francisco cerrando la puerta de la Basílica de San Pedro (Foto: AFP).

El Papa ha cerrado los goznes de la puerta santa de la basílica de San Pedro y ha clausurado el Jubileo de la Misericordia al pedir «la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y el perdón».

En la solemne celebración de cierre del Año jubilar, a la que han asistido según datos de la Gendarmería vaticana unos 70.000 fieles, Francisco ha pedido que siempre se mantengan abiertas las vías de esperanza. En su homilía, ha recordado a todos los «peregrinos» que han cruzado la Puerta santa, «lejos del ruido de las noticias, han gustado la gran bondad del Señor».

«Continuemos nuestro camino juntos sabiendo que nos acompaña la Virgen María, también ella junto a la cruz, que desea acogernos bajo su manto, conociendo que todas nuestras súplicas, dirigidas a sus ojos misericordiosos, que no quedarán sin respuesta», ha añadido.

Así ha aseverado que, aunque se cierra la Puerta santa, «permanece siempre abierta de par en par la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo». «Del costado traspasado del Resucitado brota hasta el fin de los tiempos la misericordia, la consolación y la esperanza», ha señalado.

En este sentido, el Papa, que ha concelebrado con cardenales y obispos, entre los cuales los 17 nuevos purpurados, ha recordado que Dios «se presenta sin poder y sin gloria: está en la cruz, donde parece más un vencido que un vencedor». «Porque la grandeza de su reino -ha subrayado- no es el poder según el mundo, sino el amor de Dios, un amor capaz de alcanzar y restaurar todas las cosas».

Así, ha destacado que Dios vivió «la miseria humana» y probó su condición más ínfima: «la injusticia, la traición, el abandono; experimentó la muerte, el sepulcro, los infiernos. «Pero sería poco creer que Jesús es Rey del universo y centro de la historia, sin que se convierta en el Señor de nuestra vida», ha recalcado.

Desde el pasado 8 de diciembre, más de 20 millones de peregrinos han participado en el Jubileo de la Misericordia que concluirá el próximo domingo 20 de noviembre con la misa de clausura oficiada por el Papa en la plaza de San Pedro.

El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, explicó que en esta cifra se engloban, además, todos los fieles que participaron en las tradicionales audiencias de los miércoles y de las especiales del sábado en la Plaza San Pedro como los peregrinos que asistieron a los Ángelus del papa Francisco los domingos.

A diferencia de otros años santos, casi todas las diócesis del mundo abrieron una puerta santa, para permitir ganar las indulgencias del Jubileo sin tener necesidad de ir obligatoriamente a Roma.

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