Sociedad

Los pacientes con trastornos mentales consumen el 40% del tabaco vendido en España

Los pacientes con trastornos psiquiátricos consumen el 40% del tabaco vendido en España, y lo hacen de manera compulsiva lo que acelera los daños a su sistema cardio-pulmonar, según asegura la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), que reclama mayor atención para este colectivo.

Con motivo del Día Mundial de la Enfermedad Mental que se celebra el próximo 10 de octubre, la SEPD reivindica en un comunicado la situación de «abandono» e «incomprensión» que sufren los pacientes con patologías mentales cuya salud se ve agravada al padecer una o más adicciones.

El presidente de la SEPD, Nestor Szerman, destaca la necesidad de atender a este colectivo, ya que son particularmente vulnerables al desarrollo de adicciones como el tabaquismo, de hecho, apunta que a los pacientes con esquizofrenia, psicosis o trastorno bipolar son las enfermedades asociadas al tabaquismo lo que les mata.

La sociedad aporta algunas cifras como que la prevalencia del tabaco en pacientes con trastornos mentales puede alcanzar hasta el 70%, un índice «excepcionalmente alto» si se tiene en cuenta que menos del 30% de la población española se considera fumadora. Según sus cálculos, los pacientes con patologías mentales consumen el 40%  del total del tabaco que se vende en España.

La SEPD indica que se ha detectado que los pacientes psiquiátricos que intentan abandonar el tabaco sin que se les haya prescrito una fuente sustitutiva de nicotina presentan un mayor índice de rechazo al consejo médico.

Así, desde esta sociedad se buscan nuevas herramientas que permitan «el tratamiento de mantenimiento con nicotina» en sus pacientes y evitar de esta manera los daños asociados al tabaquismo.

En este sentido, apunta que el cigarrillo electrónico y otras alternativas como los parches, chicles o sprays de nicotina «tendrían quizás» el potencial de constituirse como un instrumento terapéutico «clave» en el tratamiento de la patología dual.

Por otra parte, enumera algunos «falsos mitos» sobre la patología dual y el tabaquismo que considera necesario desmentir tales como que los enfermos mentales fuman para mantenerse ocupados.

También asegura que es falso que estos enfermos no tengan interés en dejar de fumar o que no tengan la voluntad necesaria para dejarlo, que el tratamiento del tabaquismo interfiera con el de la otra patología o que los problemas causados por el tabaco no son tan graves como los psiquiátricos.