Sociedad

La OMS se ve obligada a aclarar que se puede seguir comiendo carne

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha visto empujada a matizar toda serie de especulaciones y confusión en torno a su anuncio el pasado lunes de que la carne procesada se situaba en el mismo escalón que el tabaco o el amianto en cuanto a cancerígena.

La noticia ha tenido gran impacto en la opinión pública y no menos en la industria señalada y los profesionales que viven directa o indirectamente de ella. Sin ir más lejos, estos días ha sido común escuchar entre los carniceros que las ventas han bajado o entre los restauradores, que ha servido más pescado del habitual en los menús.

La polémica es global y el organismo que ha dado lugar a ella ha salido del paso asegurando que no ha hecho ninguna llamada a no comer carne, que se ha limitado a aconsejar un menor consumo para «reducir el riesgo de cáncer colorrectal», explica en un comunicado.

La OMS reconoce que el estado actual de las investigaciones «no permite» determinar una cantidad apropiada semanal, si bien sí cifra en 34.000 las muertes al año provocadas por una dieta rica en carnes procesadas, número muy inferior al millón de decesos que calcula por el tabaco o los 60.000 por el alcohol.