Hiba Abouk, hundida tras una dura pérdida: «Gracias por todo»

Hiba Abouk está hundida, pues atraviesa días marcados por el duelo tras la pérdida de una figura clave en su vida: su abuelo Ramón. La noticia ha conmocionado a sus seguidores, que han sido testigos de cómo la intérprete ha volcado su dolor y su gratitud en un sencillo mensaje.

Aunque conocida por mantener con discreción los asuntos familiares, en esta ocasión ha querido compartir una parte de su intimidad que revela la profundidad del vínculo que la unía con su abuelo. La protagonista de nuestra noticia ha atravesado numerosos retos personales a lo largo de su trayectoria. Este nuevo golpe emocional se suma a un proceso de transformación que ha venido consolidándose desde su separación de Achraf Hakimi en 2023, un momento que marcó un punto de inflexión en su vida familiar. Desde entonces, Hiba ha volcado su energía en la crianza de sus dos hijos y en el desarrollo de su carrera profesional, evitando el foco mediático en lo que respecta a su esfera sentimental.

En un gesto de sincera emotividad, la actriz ha compartido en su perfil de Instagram una imagen de su abuelo Ramón, acompañada de un mensaje breve, pero profundamente elocuente. «Vuela alto abuelo Ramón. Gracias por todo lo que has aportado», escribió en su publicación, dejando entrever el impacto que esta figura tuvo en su vida y en su manera de ver el mundo. Lejos de grandes alardes, la actriz optó por una despedida íntima, pero cargada de sensibilidad.

Dicho homenaje público revela una faceta poco conocida de Hiba Abouk, quien suele preservar con celo los detalles de su entorno más cercano. La muerte de su abuelo parece haber removido recuerdos, afectos y valores transmitidos a lo largo de los años, ligados tanto a su educación como a su sensibilidad artística.

La carrera de Hiba Abouk

Desde muy joven, Hiba Abouk ha transitado un camino lleno de contrastes entre su vocación artística y las expectativas de su entorno. Nacida en Madrid en 1986 en el seno de una familia de origen tunecino, creció en un contexto donde las aspiraciones creativas no siempre eran comprendidas. En varias entrevistas ha relatado las tensiones que surgieron cuando manifestó su deseo de dedicarse al mundo de la interpretación. Sus padres, con una visión más convencional del futuro profesional que deseaban para ella, le propusieron caminos alternativos, alejados del arte y la escena.

Según ha contado, el día que anunció en casa que quería ser actriz, no encontró el apoyo inmediato que esperaba. Su padre le sugirió estudiar medicina y su madre también le planteó otras opciones más tradicionales, teniendo en cuenta los estudios y los idiomas que ya dominaba. Aun así, Hiba sintió desde muy joven que su identidad estaba ligada a la creatividad, al lenguaje, al teatro y a las emociones que el arte es capaz de despertar. Esta determinación fue clave para que, con el tiempo, pudiera labrarse un nombre en la industria.

Hiba Abouk, muy orgullosa de sus orígenes

La influencia de sus raíces ha estado siempre presente en su discurso y en su forma de entender el mundo. Hija de inmigrantes, su experiencia vital ha estado atravesada por una doble pertenencia: a la cultura española en la que creció, y a la herencia tunecina que forma parte de su identidad. Esta dualidad no solo ha enriquecido su mirada como artista, sino que también ha condicionado su camino. En más de una ocasión, Hiba ha expresado lo difícil que fue encontrar un espacio en la industria audiovisual siendo mujer, joven y con una identidad cultural que no siempre encontraba representación.

Sin embargo, el paso de los años y el reconocimiento progresivo de su trabajo le permitieron consolidarse en el medio, reivindicando su autenticidad. Tras convertirse en madre, esa transformación se acentuó. Su relación con el futbolista Achraf Hakimi, con quien tuvo dos hijos, marcó un capítulo importante de su vida personal. Pero con la ruptura, ocurrida en 2023, llegó también un proceso de reinvención que Hiba ha vivido desde la introspección, el silencio y la priorización de lo esencial: su familia y su vocación artística.

Desde su separación, Hiba ha optado por un perfil bajo en lo que respecta a nuevas relaciones. Aunque en su momento se la vinculó sentimentalmente con Antonio Revilla, ese vínculo no ha tenido continuidad pública ni presencia en sus redes. Su atención está volcada de lleno en sus hijos, quienes ocupan un papel central en su día a día. En ellos parece encontrar no solo una fuente de amor y estabilidad, sino también una motivación para seguir creciendo profesional y emocionalmente.

Esta etapa vital se caracteriza por una búsqueda de equilibrio, de madurez emocional y de autenticidad. Hiba ha demostrado que, incluso en medio del dolor o la dificultad, es posible mantener la dignidad, la serenidad y el sentido de lo íntimo. Su homenaje a su abuelo Ramón es una muestra de ello: un acto contenido pero lleno de significado, una despedida serena que revela la hondura de sus afectos y la importancia de sus vínculos familiares.