El día más corto del año está al caer y esto es lo que durará

El día más corto del año coincide casi siempre con la llegada del invierno, aunque puede variar en función el tipo de año que sea, si es bisiesto o no. En unas horas entraremos de lleno en el invierno, después de un otoño atípico que nos ha dejado algunos días más propios de verano, llega la estación más fría del año. La oscuridad propia del otoño desaparece para encaminarse hacia un invierno que ve como se van alargando los días, pero antes, debe encontrarse con el día más corto del año.

Esto es lo que durará el día más corto del año

La entrada del invierno supone la llegada del día más corto del año, en general coinciden en el tiempo y son, en esencia los momentos del año en los que la oscuridad reina. A partir de las 8 de la mañana hasta las 18:00 de la tarde el sol está presente, pero después desaparece por completo. Estamos ante unos días de lo más cortos que por el momento formarán parte del pasado.

A partir del día 21 de diciembre entramos ya en el cambio de estación. Llega el invierno y con él la entrada de la luz. A las 22 de la noche entraremos en una nueva época del año, aquella que en esencia es la más fría y oscura, aunque en realidad, poco a poco el día se va alargando de forma que ahorraremos un poco de luz en estas jornadas que están por llegar.

El invierno es la época en la que energéticamente gastaremos más, con lo cual, es importante estar al día de algunas novedades como, por ejemplo, el día más corto del año. En esta jornada estaremos ante una serie de compromisos que pueden ser más exigentes de lo que imaginamos.

El día más corto del año tendrá una duración de 9 horas y 17 minutos de luz solar. Un sol que necesitamos para cargar las pilas. Diciembre tiene lugar este día corto que se contrapone con el día más largo del año que tiene lugar en junio. En ese momento viviremos la jornada más larga del año, con lo cual, la luz será la protagonista indiscutible.

Empieza a alargarse el día y eso siempre nos puede traer más de una alegría. Con más energía para afrontar las actividades de la jornada o poder volver a casa aún con sol.