Sociedad

Cae una banda en Málaga dedicada al tráfico internacional de armas y drogas

Una organización criminal asentada en la provincia de Málaga y dedicada al tráfico internacional de drogas y armas ha sido desarticulada por la Guardia Civil en la «Operación Rocket», que se ha desarrollado en dos fases, y en la que se han intervenido algunas armas procedentes de la guerra de los Balcanes.

En la primera fase, ocho personas fueron detenidas y tres investigadas, se realizaron seis registros domiciliarios en Mijas, Marbella y Estepona y se intervinieron diez kilogramos de marihuana, cocaína, una pistola, dinero en metálico y varios vehículos, ha informado este sábado la Guardia Civil en un comunicado.

En la segunda fase fueron detenidas otras ocho personas, se realizaron cuatro registros domiciliarios y se aprehendió una plantación interior de marihuana, cuatro kilogramos de hachís, diverso material para envasar al vacío y distribuir la droga, dinero en metálico y varios vehículos de alta gama.

Todos los detenidos, de nacionalidad holandesa, belga, española, brasileña, colombiana, marroquí y chilena, han sido puestos a disposición judicial acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de armas y tráfico de drogas.

A este grupo criminal les han sido intervenidas diferentes armas de guerra, granadas y munición, como un fusil de asalto con culatín plegable, una ametralladora ligera, diez granadas de fusil, veintidós granadas de mano, la mayoría de ellas provistas de sistema de iniciación, y cuatro lanzagranadas cargados de 64 milímetros.

También se les han intervenido tres multiplicadores o sistemas de iniciación de granadas de mano, quince cartuchos de proyección para granadas de fusil, una escopeta superpuesta con cañones y culata recortados y una pistola.

La Guardia Civil inició en septiembre de 2015 las investigaciones, cuando se localizó un todoterreno estacionado en una urbanización de Mijas (Málaga) en cuyo interior se hallaba oculto el arsenal de armas de guerra y explosivos.

Debido a la gran peligrosidad del hallazgo, el Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil se trasladó al lugar para manipular y trasladar de una manera segura el material encontrado, ya que el mismo se encontraba activo y podía provocar su detonación en cualquier momento.