Sociedad

El Arzobispo de Oviedo sobre la Ley de la eutanasia: «Es jugar a ser Dios»

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha criticado este domingo la Ley de la eutanasia aprobada en el Congreso de los Diputados esta semana, y ha afirmado que no tiene «demanda social». Ha advertido también que leyes como esta suponen «jugar a ser Dios» y «es poner a disposición del egoísmo la voracidad ante una herencia que se anticipa impunemente».

En su carta semanal, Sanz Montes ha asegurado que esta ley «evita tener que afrontar el compromiso por lo que realmente pide la gente: ser sostenida en su debilidad terminal con los cuidados paliativos».

En la carta, el prelado asturiano ha apuntado que el de «sostener en la debilidad terminal» a las personas es «el camino justo y humano», el que «respeta la dignidad y acompaña debidamente a quien desea vivir hasta el final, sin encarnizamiento terapéutico, pero aliviado en sus dolores con ese cuidado que palía el sufrimiento y la angustia».

«Los médicos y enfermeras así lo están diciendo en su inmensa mayoría, así lo reclaman las familias y hasta los mismos ancianos o enfermos graves», ha asegurado, en lugar de «obligar a ofertar la muerte eutanásica como suicidio asistido y subvencionado en todos los centros de salud».

Sanz Montes ha criticado que con esta ley se «puentee» al médico o enfermera que por motivos de conciencia «no acepte ser cómplice de lo que más contradice su profesión, mandando en ese caso, desde un macabro banquillo, a un matarife suplente».

Parafraseando al Papa Francisco, el Arzobispo de Oviedo ha señalado que la eutanasia y el suicidio asistido «son una derrota para todos». «La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza», ha dicho.

La ex ministra Carcedo responde

La exministra de Sanidad y actual secretaria de Sanidad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, María Luisa Carcedo, ha salido este domingo al paso de las críticas vertidas por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, acerca de la ley de la eutanasia. «El arzobispo no debería jugar a ser Dios opinando por ‘ancianos, enfermos y familias’», ha aseverado Carcedo.

Carcedo, en una nota de prensa, le ha reprochado que «por respeto, para conocer la opinión de los demás, hay que preguntarles». Así, la parlamentaria asturiana señala que «las encuestas constatan que la regulación de la eutanasia cuenta con un apoyo del 84%». «Quizá el arzobispo debiera preguntarse por qué prefiere encasillarse en posiciones tan alejadas de la compasión humana», ha agregado.

La ex ministra, impulsora de esta ley, ha recordado que el programa de gobierno de PSOE y Podemos contiene el compromiso de aprobar una ley de eutanasia y fue «ampliamente respaldado en las urnas». La ley, ha abundado, «ha sido aprobada hace unos días en el Congreso por una amplia mayoría».

A juicio de la diputada «hay preguntas que el Arzobispo debería responder», como «a quién beneficia el sufrimiento insoportable de una persona que no quiere pasar un calvario para morir, y que con esta ley es quien tiene en exclusiva la capacidad de decisión».

Le ha preguntado igualmente si considera que «luchar contra las desigualdades para mejorar el bienestar de todas las personas, e impulsar y reforzar una sanidad universal y de calidad, no es defender la vida». «La realidad es que gracias a que el acceso a una sanidad de calidad es un derecho subjetivo, desde la salud reproductiva hasta el final de la vida, con los cuidados paliativos, España es uno de los países del planeta con menor mortalidad infantil y con mayor esperanza de vida. Esa es la auténtica defensa de la vida», ha querido zanjar.