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Viruela del mono: un virus distinto con nuevos síntomas y una guía de actuación concreta

  • D. Buenosvinos| Carlos Aguilera

La viruela del mono no se propaga fácilmente entre humanos, como se puede creer. A través de este trabajo se ofrecen las pautas generales para un mayor conocimiento de este virus. El contagio se produce a través del contacto cercano con piel infectada, fluidos corporales o gotas respiratorias de una persona infectada con la que se mantienen relaciones sexuales.

Ciertamente, se trata de un virus distinto al de la viruela y que se está transmitiendo fuera de su zona endémica habitual (África Central y Occidental), por lo que es necesario ejercer sobre él un control epidemiológico estricto.

Además de por contacto sexual, también se puede contraer en otras situaciones de contacto físico continuado y prolongado, y también por contacto con objetos contaminados como ropa de cama, vendajes, platos…

Se considera que una persona es contagiosa desde el inicio del enantema -lesiones en la mucosa oral- hasta que las lesiones se curan y se forma una nueva capa de piel.

El período de aislamiento

Por este motivo, las personas infectadas deben permanecer aisladas hasta que todas las lesiones cutáneas se hayan curado, y evitar especialmente el contacto cercano con personas inmunodeprimidas.

El período de incubación puede oscilar entre 5 y 21 días, y el cuadro clínico suele iniciarse con una combinación de síntomas como fiebre, cefalea, dolores musculares, lesiones características en piel y ganglios inflamados.

Con respecto a su gravedad, los epidemiólogos apuntan que los casos del brote actual están siendo más leves que los descritos en África Occidental, y que apenas están generando ingresos hospitalarios. Sin embargo, recuerdan, las lesiones en la piel y las mucosas sí resultan muy molestas.

Vacunación

La vacuna contra la viruela puede proteger a las personas contra la viruela del mono por la similitud de ambos virus. Además, los anticuerpos producidos contra el virus de la viruela protegen también contra la viruela del mono. En España se vacunó contra la viruela hasta 1979 y se administraba a la edad de 20 meses.

En el año 2013, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó la vacuna Imvanex para la prevención de la viruela en adultos. En la actualidad, está revisando los estudios para extender el uso de la vacuna contra la viruela de mono.

Quién se debe vacunar

La Organización Mundial de la Salud y otras agencias internacionales recomiendan la vacunación preexposición al personal de salud con elevado riesgo de exposición, al personal de laboratorio que trabaja con orthopoxvirus, y al personal de laboratorio que realiza pruebas de diagnóstico para la viruela del mono.

También deben ser vacunados los miembros del equipo de respuesta a brotes que puedan ser designados por las autoridades nacionales de salud pública y a los contactos estrechos de casos confirmados.

Se recomienda la vacunación preexposición de las personas menores de 45 años que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo y al personal sanitario que atiende a personas con prácticas de alto riesgo y personal de laboratorio que maneja muestras potencialmente contaminadas.

Estudio internacional

Una colaboración internacional de 16 países dirigida por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) ha identificado nuevos síntomas clínicos en personas infectadas por la viruela del mono.

El estudio, publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine, supone la mayor serie de casos hasta la fecha, ya que informa sobre 528 infecciones confirmadas en 43 lugares entre el 27 de abril y el 24 de junio de 2022.

La propagación actual del virus afecta de forma desproporcionada a los hombres homosexuales y bisexuales, porque el 98 por ciento de las personas infectadas pertenecen a este grupo. Aunque la cercanía sexual es la vía de transmisión más probable en la mayoría de estos casos, los investigadores subrayan que el virus puede transmitirse por cualquier contacto físico cercano a través de grandes gotas respiratorias y potencialmente a través de la ropa y otras superficies.

Muchas de las personas infectadas examinadas en el estudio presentaban síntomas no reconocidos en las definiciones médicas actuales de la viruela del mono. Estos síntomas incluyen lesiones genitales únicas y llagas en la boca o el ano.

Los síntomas clínicos son similares a los de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y pueden llevar fácilmente a un diagnóstico erróneo. En algunas personas, los síntomas anales y orales han provocado el ingreso en el hospital para tratar el dolor y las dificultades para tragar.