Los 7 trastornos de salud más comunes del otoño
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Otoño es una estación marcada por los cambios. Llega el frío, el incremento de la humedad y los días cada vez se hacen más cortos. Todas estas alteraciones consiguen afectar a nuestro estado de ánimo, pero también al metabolismo y al sistema inmunitario. Al final desencadena en una serie de trastornos, típicos de estas fechas, y que no debemos pasar por alto. A continuación te mostramos los 7 trastornos de salud más comunes del otoño.
1-Resfriados y gripes
En estos meses es cuando se produce una mayor incidencia en los casos de gripe y resfriados. Los virus se muestran más resistentes a este tipo de ambientes, en gran parte debido a la menor ventilación de los espacios cerrados, como pueden ser oficinas, aulas, etc. Esto consigue que los gérmenes se acumulen.
Por lo tanto, para enfrentarnos a estas dos enfermedades será preciso abrir las ventanas, pero también adoptar otro tipo de medidas como evitar los cambios bruscos de temperatura, aprovechar al máximo las escasas horas de luz solar, lavar la ropa de la cama con frecuencia y seguir una dieta equilibrada y variada en donde tengan un mayor peso los vegetales y las proteínas.
2-Asma
La gente más propensa a sufrir asma puede ver como se reproducen con más facilidad sus problemas de salud durante el otoño. En esto influye el aire frío y húmedo del ambiente que acaba por irritar a las vías respiratorias. Otro aspecto que influye en la irritación es la presencia de ácaros de polvo en aquellos lugares húmedos y cerrados.
Hay que procurar mantener la garganta correctamente hidratada con bebidas calientes y caldos.
3-Neumonía
Suelen ser el resultado de una gripe mal curada. Cuando ésta se alarga demasiado en el tiempo es posible que nos encontremos ante un problema grave. Es aconsejable vigilar las expectoraciones de la gente con gripe por si aparecen en tono amarillentas. Eso sería un claro síntoma de que nos encontramos ante una infección bacteriana. Algo similar ocurre con los casos de bronquitis.
Si tenemos alguna duda conviene acudir lo antes posible a la consulta del médico para descartar una dolencia más grave.
4-Enfermedades reumáticas
Los cambios de temperatura y de presión atmosférica, algo muy común en esta época del año, provocan una serie de trastornos de dolor que afectan a las articulaciones. Hay mucha gente mayor que lo detecta, sobre todo cuando se aproximan las precipitaciones. Empieza a notar con una cierta antelación estos cambios en el entorno.
5-Problemas en la piel
También se pueden producir problemas en la piel debido a los ácaros de polvo. En gran parte encuentran su escenario perfecto en aquellos lugares húmedos, poco ventilados y con altas temperaturas. Le prestaremos una especial importancia sobre todo a aquellas habitaciones que cuentan con moquetas o alfombras. Pueden llegar a crear dermatitis. La solución más aconsejable es pasar con frecuencia la aspiradora y ventilar la casa. No hace falta que tengamos las ventanas abiertas durante todo el día, ya que con 15 minutos será suficiente.
6-Falta de vitamina D
Una adecuada alimentación durante todo el año nos garantizan un perfecto estado de salud. Sin embargo, en otoño resulta habitual el déficit de vitamina D, en gran parte debido a la falta de horas de luz y a que nos exponemos mucho menos al sol. No hay que olvidar que el sol es la principal fuente de producción de esta vitamina.
La carencia puede provocar problemas inmunitarios, anímicos o de artritis. Los expertos recomiendan consumir productos ricos en colesterol como huevos, aguacates o grasas animales, sin olvidarnos de los 20 minutos al sol cada día.
7-Astenia otoñal
La astenia otoñal también se le conoce como depresión otoñal. En los últimos tiempos se ha vinculado esta patología en el ámbito de las melancolías de origen exógeno y de las fatigas a causa de la reducción de horas de luz de sol. También se parecía un incremento de la producción de la hormona melanina. En cualquier caso hay muchas personas que se encuentran con menos energías y una menor motivación durante el otoño. Todo apunta a las pocas ganas de salir a la calle y de relacionarse con los demás, motivado en cierta medida por las bajas temperaturas, las nieves y las menos horas de luz solar que soportamos.