OkSalud

Reclaman al Gobierno ayudas para las familias que cuidan a mayores: sólo el 48% cuenta con apoyo

Las emergencias sanitarias en los hogares españoles han aumentado considerablemente, llegando a duplicarse

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El 22% de los españoles tiene a su cargo el cuidado de personas mayores, sin embargo, sólo el 51% de ellos recibe algún tipo de ayuda para llevar a cabo esta labor. Esta situación afecta principalmente a dos grupos de edad: el 26% de los cuidadores tienen entre 25 y 34 años, mientras que el 25% tienen entre 45 y 54 años.

Por este motivo, se reclama al Gobierno nuevas iniciativas para que las comunidades autónomas cuenten con mayor financiación que posibilite partidas presupuestarias para este fin.

En este sentido, los datos muestran que de quienes tienen mayores a su cargo, el 8% vive con ellos en el mismo hogar, mientras que el 14% se encarga de su cuidado sin convivir con ellos. Esta distribución refleja las diversas realidades que enfrentan las familias españolas a la hora de prestar cuidados a sus familiares mayores.

En los últimos cinco años, las emergencias sanitarias en los hogares españoles han aumentado considerablemente, llegando a duplicarse en este periodo. Este fenómeno está estrechamente vinculado al envejecimiento de la población, ya que en 2024 España superó los 9 millones de personas mayores, lo que ha generado un mayor número de situaciones que demandan atención sanitaria urgente en los hogares.

Aunque el uso de tecnología en el hogar para gestionar emergencias ha crecido, persiste una considerable preocupación entre la población. Un 38% de los españoles expresa temor a no reaccionar adecuadamente en una emergencia debido a los nervios, lo que subraya la necesidad de reforzar la capacitación y los recursos, especialmente para quienes cuidan a personas mayores.

Dependencia

Cuando hablamos de ayudas nos referimos también a los servicios de ayuda a domicilio para personas mayores y no sólo a las ayudas económicas para cuidadores no profesionales por tener a una persona mayor a cargo, que también las precisan.

Hay que tener en cuenta que son supuestos diferentes y que, en consecuencia, también lo son las condiciones de solicitud y de acceso a estas prestaciones. Por otro lado, la Ley de Dependencia de 2006 establece que estas prestaciones económicas son incompatibles entre sí, salvo las referidas a servicios de teleasistencia, prevención de la dependencia y promoción de la autonomía personal.

Como condición común en todas las ayudas por tener a una persona mayor a cargo está la exigencia de reconocer el nivel de dependencia del beneficiario. No ocurre así con las ayudas para mayores no dependientes, cuyas únicas condiciones de acceso son la edad y el nivel de ingresos.

Cuidados de larga duración

Alrededor de 30,8 millones de personas en la Unión Europea requieren de cuidados de larga duración. Se calcula que la cifra podría aumentar hasta los 38,1 millones en 2050. Un tercio de los hogares que requieren de estos cuidados no se puede permitir acceder a servicios de atención domiciliaria.

En torno al 80% de la prestación de estos cuidados se realiza de manera no profesional. La Resolución del Parlamento Europeo de 5 de julio de 2022 cuantifica el valor económico de estos cuidados informales en el 9% del Producto Interior Bruto Mundial (PIB). Además, estas tareas son asumidas principalmente por mujeres (76,2% según la Organización Mundial del Trabajo OIT). Esta brecha conlleva la renuncia a sus objetivos personales, sociales y laborales. Este rol de cuidadoras principales ha sido impuesto por condiciones como la socialización diferencial.