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Qué es el stresslaxing: la variante del estrés que debes saber si te afecta

El estrés es uno de los trastornos más comunes de nuestro tiempo, y es a partir de éste que pueden aparecer otros problemas de salud. Por estos días, ante la gran cantidad de información al respecto, muchos se preguntan qué es el stresslaxing y cómo se puede evitar. Si no has oído hablar de él, te traemos este nuevo concepto para saber si lo has sufrido.

Conocer todos los detalles sobre esta variante del estrés es clave para poder detectarlo y tratarlo antes de que sea muy tarde.

¿Qué es el stresslaxing?

Este concepto se refiere a un tipo de estrés específico, concretamente el que se sufre cuando intentamos relajarnos pero somos incapaces de ello. Esto es algo que sucede ahora más que antes porque tenemos muchos inputs que recibimos a cada diario y no nos dejan desconectar.

No importa si no podemos tranquilizarnos porque estamos ocupados o simplemente porque parece que hemos perdido dicha capacidad. Ambas situaciones están contempladas dentro de la definición de stresslaxing, y de hecho es una problemática cada vez más habitual.

Su frecuencia está dada por las infinitas obligaciones y compromisos que debemos asumir y que obstaculizan el descanso aún cuando nada debería interponerse entre nosotros y un momento de calma, siendo buen ejemplo de esto los fines de semana y las vacaciones.

Quienes padecen de stresslaxing dicen que, aún en esas circunstancias, se sienten agobiados por sus múltiples responsabilidades. Aparecen síntomas como la ansiedad, la incomodidad o pensamientos negativos que privan al paciente de ese instante de paz. Lo peor es que la cosa puede ir a más y entonces buscar ayuda antes de tiempo.

Algunas personas aseguran que, como consecuencia de esta afección, también tienen dificultad para conciliar el sueño por las noches.

¿Cómo puede evitarse?

La Asociación Estadounidense de Psicología calculó que de un 30% a un 50% de los seres humanos pasan por períodos de stresslaxing. Para prevenirlo es indispensable propiciar horas de desconexión, dejando a un lado tanto el móvil como cualquier otro dispositivo. También yendo a hacer deporte y teniendo una vida algo más sana y menos sedentaria. Cambiar de hábitos puede ayudarnos en todo ello.

Mientras tanto, el tratamiento básico consiste en la consulta inicial con un psicólogo, que evaluará la gravedad del diagnóstico y aconsejará -siempre que lo considere necesario- acudir a un psiquiatra para que recete una medicación que ayude a controlar estos pensamientos.