Para qué sirven los estiramientos
Los estiramientos forman parte de nuestra rutina deportiva, al margen de la disciplina que practiquemos. Ya se realizan de una manera mecánica, aunque en ocasiones sería conveniente preguntarse para qué sirven los estiramientos y los beneficios que nos pueden aportar en nuestro rendimiento o salud.
Son técnicas que nos ayudarán a aumentar la movilidad empleando la elongación de los músculos acortados y de los tendones. Su objetivo básico es proporcionar una mayor elasticidad al sistema muscular. Ten en cuenta que cuando la movilidad se encuentra limitada resultará más complicado desarrollar la resistencia, velocidad, coordinación y fuerza, existiendo un mayor riesgo de lesión. Empiezan a tener una mayor importancia cuando hay un crecimiento muscular.
Hay que tener mucho cuidado a la hora de realizar estiramientos, ya que en ocasiones no conseguiremos lo que deseamos. Gracias a este tipo de ejercicios nuestros músculos se relajará, pero quizás no sea lo más conveniente si a continuación tenemos pensado hacer otro ejercicio en donde los vamos a contraer fuertemente. Lo más normal es que los estiramientos se hagan siempre al término de una sesión y nunca al comienzo. Para empezar siempre hay que calentar bien los músculos.
Cómo realizarlos correctamente
Aunque dediquemos un cuarto de hora a los estiramientos al término del entrenamiento, eso no nos garantiza que los estemos haciendo correctamente. Una mala técnica lo único que consigue es poner en peligro a nuestro cuerpo en vez de beneficiarlo.
Los estiramientos bien ejecutados nunca deben provocar dolores. Hay que notar como el músculo se estira y se mantiene durante un tiempo determinado sostenido. Tiene que provocar en el deportista una sensación soportable y nada dolorosa. Es preciso, además, controlar los tiempos por medio de la respiración y no contando con la cabeza. De esta manera nos resultará más sencillo relajarnos, manteniendo la postura adecuada. Bastaría con realizar entre cinco y ocho ciclos de respiración.
No nos vendría nada mal que también contásemos con un programa de estiramientos, que dependerá en cierta medida de la actividad física que vayamos a desarrollar, ya que no entran en escena siempre los mismos músculos y partes del cuerpo. En ocasiones hay que hacer un especial énfasis en ciertas zonas. Por ejemplo, los corredores se centran sobre todo en las piernas y gemelos, pero no deberían olvidarse de los hombros, brazos y cuello.
Y es que en ocasiones implicamos en el trabajo físico a ciertos músculos que a simple vista pueden pasar desapercibidos para nuestra vista, pero que también cuentan con un papel relevante en este proceso. En lo referente a la postura, recuerda que nunca hay que forzar en exceso, así que sólo llegaremos hasta el punto que el cuerpo pueda tolerar. Hay un error muy frecuente entre los deportistas y es el de rebotar en los estiramientos. Debemos mantener la postura durante un tiempo, sin que aparezcan los dolores, y estar lo más concentrados posibles. Sólo de esa manera se le sacará un mayor partido al trabajo que hacemos con los estiramientos. Recuerda que necesitas hacerlos al término de los entrenamientos.
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