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¿Qué es la fatiga pandémica? Descubre las señales y consecuencias de la covid-19

Los expertos sanitarios han alertado que, tras este intento de volver a la normalidad en el que la curva de contagios ha empeorado, todavía tenemos por delante meses que parece que serán bastante duros y que, hasta bien entrado el año 2021, es muy probable que la transmisión del coronavirus sea alta. Todos estos cambios provocan la fatiga pandémica, ¿de qué se trata?

Hasta ahora, la crisis sanitaria del coronavirus ya ha afectado muy negativamente a la población de todo el mundo de múltiples formas, no solo mellando nuestra salud y dejando el organismo de quienes han sufrido el virus más débil, sino cambiando nuestras rutinas y alterando nuestra salud mental.

En las mentes de todos es donde más se ha notado la crisis, pues de una forma u otra, cada mes que pasa, el estado de ánimo empeora y hay cada vez más personas que sufren lo que los expertos han bautizado como fatiga pandémica.

Si desde hace unos meses, sientes una sensación de agotamiento mental que no se marcha por más horas de descanso que acumules y eso se suma a la sensación de ansiedad provocada por las noticias y el miedo al contagio, es muy probable que tú también sufras fatiga pandémica.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Esta debilidad se traduce en una sensación de cansancio, apatía y desmotivación que se extiende rápidamente pues sin querer, quienes la sufren se la transmiten a sus amigos y familiares intentando desahogarse y compartir sus preocupaciones.

Los síntomas más comunes son el cansancio mental, la falta de concentración, la sensación de indefensión y la irritabilidad o frustración. Todo ello sumado a posibles trastornos del sueño o el apetito.

Aunque los expertos coinciden en que conforme la situación vaya mejorando, es posible que estos síntomas desaparezcan en la mayoría de las personas (aunque no en todas ya que en muchos casos es posible que queden secuelas de lo vivido), también es cierto que están de acuerdo en que es una situación que de momento durará.

Es probable que la transmisión sea alta durante todo el invierno y que la población tenga que sufrir muchas pruebas y errores que incluyan el confinamiento, las fases y múltiples medidas impuestas con el objetivo de controlar la transmisión.

Pero la vuelta a una nueva normalidad en la que podamos vivir con la tranquilidad que caracterizaba los inicios del 2020, parece que todavía queda lejana; por ello, tendremos que acostumbrarnos a mascarillas, gel hidroalcohólico y a la incertidumbre de saber que se irán aplicando medidas de forma progresiva.

¿Cómo sobrellevarla?

Para combatir esta situación que tanto nos afecta psicológicamente, la primera medida que debemos tomar individualmente es el cumplimiento de las recomendaciones sociosanitarias para no contagiarnos. Si nos comportamos de forma precavida y responsable, podremos deshacernos más fácilmente de la preocupación de contraer el virus y tener que sufrir las consecuencias.

A partir de este punto, hay otras cosas que podemos hacer para llevar mejor esta situación, como por ejemplo intentar estar al día pero sin abusar en exceso de la información, ya que la sobrecarga de datos puede crear estrés y emociones negativas. Es importante estar informados pero lo mejor es establecer unos horarios para escuchar o ver noticias y no obsesionarnos con el avance de la situación.

Hacer ejercicio diario, comer sano y seguir una rutina de sueño también se ha probado que puede reforzar nuestro cuerpo y sistema inmunológico; así como mantener las relaciones con nuestros seres queridos vía chats, llamadas o reuniones respetando la distancia adecuada. También es recomendable hacer actividades que reduzcan el estrés como practicar yoga, leer o ver una comedia que nos ayude a desconectar.

En cualquier caso es bueno que si tenemos algún momento de reflexión, aceptemos nuestros sentimientos, sin reprimir ni ignorar emociones como la tristeza o el miedo y buscando ayuda profesional si estos sentimientos interfieren de forma negativa en nuestra vida diaria.