Esta primavera, ¿correr en el gimnasio o al aire libre?
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La llegada de la primavera supone que muchas personas se lancen a la calle a practicar deporte. Hasta ahora, el gimnasio había sido el refugio de muchos deportistas, que evitaban de esta manera las inclemencias meteorológicas. Muchos corredores deben elegir ahora entre ejercitarse en los parques y sendas, o continuar realizándolo en las cintas de los centros deportivos. Hay bastantes diferencias entre ambas opciones, pero lo importante es que realices ejercicio para mantenerte en forma, al margen del lugar. Esta primavera, ¿correr en el gimnasio o al aire libre? ¿Por qué opción te decantas?
Correr al aire libre
Las articulaciones de las rodillas y del tobillo se sobrecargan con más facilidad debido a la dureza de la superficie y a las inclinaciones del sueño. Este problema lo sufrirán sobre todo los deportistas que no tengan correctamente alineadas las extremidades inferiores.
En las épocas de frío, nieve, viento o calor extremo, no hay muchas ganas de salir a la calle a correr. Sin embargo, el buen tiempo, con temperaturas más o menos suaves invitan a disfrutar de la variedad del paisaje y conocer lugares nuevos para entrenar. Al practicar running en el exterior se suda más y se gastan más calorías debido a que el terreno presenta más irregularidades y hace que el cuerpo tenga que utilizar más músculos para equilibrar el cuerpo. Además, la resistencia del viento aumenta el consumo calórico en un 10%.
Recibirás una mayor ingesta de oxígeno cuando corras por espacios verdes, sendas o parques.
Correr en el gimnasio
Los tobillos y las rodillas sufrirán menos tensión debido a que la cinta es una superficie amortiguada. Muchas personas con problemas físicos encuentran en esta máquina el espacio ideal para recuperarse de sus lesiones en el tren inferior. Es necesaria una mayor presencia de la musculatura de los isquiotibiales, debido a que las piernas únicamente mantienen la estabilidad y no necesitan realizar la fuerza de propulsión. Otro inconveniente es que se limitan bastante los movimientos de los brazos y la zancada para incrementa la velocidad.
En el otro lado de la balanza se encuentra que las cintas te permiten saber en todo momento la inclinación, la intensidad, la duración, las calorías, el ritmo y los kilómetros. En algunos casos permanecer durante varios minutos ejercitándote sobre este tipo de aparatos pueden llegar a resultar de lo más aburrido, aunque en la actualidad los gimnasios ya disponen de pantallas de televisión para amenizar la sesión preparatoria.
En las épocas de mucho calor o un frío extremo, correr en cinta en el gimnasio resulta de lo más agradable. De esta forma tus entrenamientos no se verán alterados en ningún momento. Algunos expertos aseguran que correr en la cinta es una buena opción para los runners principiantes para valorar la técnica de la zancada.
Los que se deciden a correr y ya cuenta con un cierto nivel suelen optar por hacerlo al aire libre. Por su parte, los aficionados que comienzan en esta actividad suelen decantarse por hacerlo en un centro deportivo sobre la cinta. El consumo de calorías es menor.