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Fecundación In Vitro

Ovodonación: en qué cosiste y cuáles son las mujeres candidatas

El retraso de la maternidad es una realidad en España, a la cabeza de los países con mayor porcentaje de madres mayores de 40 años

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Junto con los cambios en la sociedad, la visión de la maternidad ha ido evolucionando a lo largo de las últimas generaciones. La plena incorporación de la mujer al mercado laboral y la creciente dificultad para alcanzar la independencia y estabilidad suficientes antes de los 35 años, están favoreciendo un cambio de paradigma, aumentando el porcentaje de mujeres que retrasan la edad de concepción del primer hijo, o incluso que se plantean no ser madres. De hecho, en la última década los nacimientos en España han descendido un 25%, mientras que las mujeres que han sido madres con más de 40 años se han incrementado en un 19,3%.

La medicina reproductiva también juega un papel clave en el rumbo que ha tomado la natalidad, especialmente en lo que respecta al modo en el que las mujeres de la generación millenial (aquellas que ahora tienen entre 30 y 42 años) se plantean la maternidad. La edad media de las pacientes que recurren a un primer tratamiento de reproducción asistida ya ronda los 40 años. Los últimos avances en Reproducción Humana permiten a los expertos en fertilidad personalizar cada vez más los tratamientos, ajustándolos a las necesidades específicas y a la edad de cada paciente.

Actualmente, el 11% de los bebés españoles han nacido gracias a la reproducción asistida, mientras que se han duplicado el número de madres con 50 años cumplidos. «La tendencia que llevamos observando en los últimos años debería preocuparnos como sociedad y como sanitarios, ya que un embarazo con edades avanzadas implica un mayor riesgo de complicaciones maternofetales. Es fundamental concienciar sobre ello, pero mientras no cambien otros condicionantes socioeconómicos, será inevitable que la mujer retrase la maternidad», explica la Dra. Mª José Martínez Cañavate, directora clínica de Ginemed Madrid.

La ovodonación

«La edad de la mujer es posiblemente el factor más determinante a la hora de elegir la técnica de reproducción, pero no el único, ya que otras características como la reserva y la calidad ovocitaria, la calidad seminal en el caso de parejas heterosexuales, o el modelo de familia de las pacientes nos harán decantarnos por un tratamiento u otro», comenta el Dr. Manuel Duarte, ginecólogo de Ginemed Madrid Centro. Aunque existen multitud de técnicas, desde la Inseminación Artificial hasta la Fecundación In Vitro, a medida que la mujer se acerca o supera los 40 años, la ovodonación suele ser el tratamiento más efectivo, el que mayores tasas de éxito reporta y uno de los que más ha aumentado en los últimos años.

La generación Z

Mientras que las mujeres millenial se plantean la maternidad a edades más tardías, lo que a muchas de ellas les supone tener que recurrir a la medicina reproductiva; las más jóvenes todavía no se plantean ser madres y dudan si querrán serlo en algún momento. La generación Z está más informada y se somete a tratamientos de vitrificación de óvulos con más asiduidad, una medida que les permitirá postergar la decisión de ser madres para más adelante. Una mayor concienciación sobre el envejecimiento ovárico por parte de ginecólogos y pacientes, y la seguridad en los tratamientos de fertilidad han conseguido que cada vez más pacientes preserven su fertilidad, y lo hagan a edades más tempranas, con la ventaja que ello supone.

Llevar un estilo de vida saludable, hacer deporte moderado y regularmente, evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas y cuidar la alimentación favorece la salud y la fertilidad, además de facilitar llegar al tratamiento de congelación de óvulos en las mejores condiciones posibles. A lo largo del proceso de reproducción asistida, seguir las instrucciones del equipo médico y enfermería, y estar atenta a los posibles efectos secundarios que puedan surgir resulta fundamental.

«Actualmente, la generación cuyas mujeres visitan las clínicas de reproducción y llenan nuestros paritorios es, por razones obvias, la millenial. Mientras tanto, las mujeres de la generación Z, nacidas alrededor del año 2000 y que han crecido en la era de la información, ven en la reproducción asistida una posibilidad de retrasar la maternidad, con menos miedo a estas técnicas que la generación anterior. Aunque también hay un mayor porcentaje que manifiesta no querer ser madre, es importante que aquellas que sí lo deseen reciban la suficiente información acerca de la pérdida natural de calidad y reserva ovárica, y la consiguiente disminución de la capacidad reproductiva con el avance de la edad. Este asesoramiento resulta indispensable si queremos acabar con la crisis de natalidad que sufre nuestro país», concluye el experto de Ginemed, el Dr. Duarte.