Más de 10.000 muertes al día: la alerta de la OMS sobre la sal que no conocías
El consumo de sal puede dar lugar a multitud de enfermedades
¿Qué tipo de cáncer está detrás del abuso de la sal?
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre el creciente problema de salud relacionado con el consumo excesivo de sal en Europa y partes de Asia. Según un informe reciente, hasta 10.000 personas mueren a diario en los 53 países analizados debido a problemas cardiovasculares, muchos de los cuales están vinculados a este hábito alimentario nocivo.
El exceso de sal en la dieta contribuye al aumento de la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados. Es una situación preocupante que requiere una acción inmediata por parte de los responsables de la salud pública y la ciudadanía para abordar este problema.
La OMS alerta sobre el consumo excesivo de sal
Los datos de la OMS revelan que la mayoría de los 53 países analizados presentan niveles de consumo de sal por encima de la recomendación diaria, que es de una cucharadita de té. Este exceso de consumo, atribuido en gran medida a la ingesta de alimentos procesados, representa un grave riesgo para la salud cardiovascular, siendo los hombres más vulnerables que las mujeres. La OMS estima que reducir el consumo de sal en un 25% podría salvar hasta un millón de vidas para el año 2030.
En los países analizados, aproximadamente un tercio de los adultos mayores de 30 años sufre de hipertensión, siendo Europa una de las regiones más afectadas, con alrededor de 150 millones de personas afectadas, incluyendo 11 millones en España.
A pesar de estos datos preocupantes, España ha mostrado avances significativos en la reducción del consumo de sal, acercándose a las recomendaciones de la OMS. Sin embargo, a nivel global, muchos países de Europa Central y del Este encabezan la lista de consumo de sal per cápita, con naciones como Hungría, Rumania, Eslovenia y Serbia entre los más destacados.
Esta tendencia se traduce en una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares asociadas al exceso de sal en estas regiones en comparación con los países de Europa Occidental.
Cantidad diaria recomendada
El consumo excesivo de sodio es una preocupación global, ya que casi todos los grupos de población consumen cantidades por encima de lo recomendado.
En promedio, los adultos ingieren alrededor de 4.310 miligramos de sodio al día, lo que equivale a más del doble de la cantidad recomendada por la OMS. Este exceso de sodio en la dieta está directamente relacionado con problemas de salud graves, como el aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La OMS aconseja una ingesta diaria de sodio inferior a 2.000 miligramos para los adultos, lo que equivale a menos de 5 gramos de sal al día. Para los niños de 2 a 15 años, esta recomendación se ajusta según sus necesidades energéticas. Además, es recomendable consumir sal yodada, ya que el yodo es crucial para el desarrollo saludable del cerebro en fetos y niños pequeños, así como para mejorar el funcionamiento del cerebro.
Consejos prácticos
Es esencial ser consciente de los alimentos que tienen un alto contenido de sal, ya que muchos productos procesados y precocinados suelen contener cantidades significativas de sodio. Incluso alimentos aparentemente inofensivos, como el pan, los cereales y las conservas, pueden contribuir a un consumo excesivo de sal a lo largo del día.
Entre las fuentes más evidentes de sal se encuentran los encurtidos, los cubos de caldo y las salsas, que suelen ser ricos en sodio. Además, alimentos como quesos, carnes ahumadas y pescados, aunque forman parte de una dieta equilibrada, también pueden contener niveles elevados de sal.
Para reducir el consumo de sal, hay propuesto varias estrategias respaldadas por la ciencia. Entre estas estrategias se incluye la reducción de las porciones de comida, lo que no solo disminuye la ingesta de sodio, sino también de calorías. Optar por alimentos frescos y de calidad, como frutas, verduras y hojas verdes, ayuda a equilibrar el ratio de sodio y potasio en la dieta.
Es fundamental evitar los alimentos altamente procesados, ya que suelen ser las principales fuentes de sodio en nuestra alimentación. Optar por alimentos frescos permite controlar la cantidad de sal que se añade a las comidas. También es recomendable evitar los alimentos enlatados y, en caso de consumirlos, enjuagarlos con agua para reducir el contenido de sodio.
Eliminar el salero de la mesa y leer las etiquetas de los alimentos son prácticas útiles para controlar la ingesta de sodio. Además, condimentar con especias y hierbas puede realzar el sabor de los alimentos sin necesidad de añadir sal adicional. Buscar opciones reducidas en sodio en el supermercado también puede ayudar a reducir la ingesta total de sodio.
Es importante entrenar las papilas gustativas para acostumbrarse a sabores menos salados y aprender a disfrutar de los sabores naturales de los alimentos. Adoptar gradualmente estas prácticas puede contribuir a una dieta más saludable y a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el exceso de sodio en la dieta.