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gen BRCA1

Mary-Claire King, la genetista que descubrió el gen del cáncer de mama, Princesa de Asturias de Ciencia

King fue la primera en demostrar que el cáncer de mama podía tener un origen genético, identificando en 1990

La genetista estadounidense Mary-Claire King, una figura clave en la investigación oncológica y en la defensa de los derechos humanos a través de la ciencia, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025. Su descubrimiento del gen BRCA1, asociado al cáncer hereditario de mama y ovario, marcó un antes y un después en la medicina personalizada y en el diagnóstico preventivo del cáncer en millones de mujeres en todo el mundo.

King fue la primera en demostrar que el cáncer de mama podía tener un origen genético, identificando en 1990 un gen en el cromosoma 17 —luego denominado BRCA1— cuya mutación elevaba drásticamente el riesgo de padecer la enfermedad. Este hallazgo no solo revolucionó la comprensión de los mecanismos genéticos del cáncer, sino que dio lugar a pruebas clínicas predictivas que han salvado incontables vidas mediante la prevención, el seguimiento precoz y decisiones médicas cruciales, como las mastectomías preventivas en pacientes con riesgo alto.

El jurado del premio ha destacado su «contribución extraordinaria a la ciencia y a la humanidad», señalando que su trabajo «trasciende el laboratorio» y ha tenido una aplicación directa en la salud pública, la ética biomédica y la justicia social.

Pero su legado no se limita al ámbito biomédico. Mary-Claire King también ha sido una defensora activa de los derechos humanos. En colaboración con la organización Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, utilizó técnicas genéticas para identificar a niños secuestrados durante la dictadura militar, marcando un hito en la aplicación de la genética forense con fines humanitarios.

Con formación en matemáticas y genética, King ha trabajado en prestigiosas instituciones como la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de Washington en Seattle, donde ha formado a nuevas generaciones de científicos con un enfoque multidisciplinar, riguroso y comprometido socialmente.

A sus 79 años, la doctora King continúa siendo un referente internacional de la ciencia con conciencia, y su trayectoria simboliza la importancia de la investigación al servicio de la vida y la dignidad humana. Con este reconocimiento, España celebra no sólo a una gran científica, sino a una mujer que ha encarnado durante décadas los valores universales de la curiosidad, el compromiso y la verdad.