Llega la temporada de virus: ¿debería vacunar a mi hijo contra la gripe?

Parece que con el Covid había desaparecido, pero sigue estando presente y las aulas de los niños más pequeños suelen ser el foco de mayor contagio. Es un clásico que suele comenzar en octubre. Primeros mocos, después tos, dolor de garganta, dolores musculares, de cabeza, de oídos, fiebre…es  nuestra querida y, parece que olvidada gripe, que vuelve, como cada otoño.

Los niños suelen ser los primeros en contagiarse en las clases y, por tanto, los grandes portadores del virus de la influenza a sus casas, es decir, a sus padres. No es, en principio, un virus peligroso salvo para personas con problemas anteriores, ya que, en casos graves, se puede llegar a complicar con dificultad respiratoria, neumonía o incluso la muerte, especialmente en personas muy mayores con sistemas inmunes deprimidos. Los pediatras Beatriz Bautista y el Agustín Remesal de la clínica Montepediatras de Madrid, explican en qué consiste y si es conveniente o no vacunar a los niños de la gripe.

La vacuna antigripal “es la forma más efectiva de prevenir esta enfermedad”. Ciertamente, después de las polémicas sobre la vacuna contra el Covid, muchos padres se preguntan si deben o no vacunar a sus hijos contra la gripe. “Son vacunas muy seguras y el efecto adverso más frecuente es la reacción local (enrojecimiento y dolor en la zona de la inyección), que en general es leve”, explican los pediatras.

Qué dice la Asociación Española de Pediatría

Cada año, por estas fechas, el comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría hace públicas sus recomendaciones para la población infantil y adolescente. Este año “se está insistiendo en vacunar especialmente a aquellos grupos de población de riesgo y, como novedad entre bebés de seis meses y niños de cinco años ya que les proporciona una protección individual y, a su vez, a su ámbito familiar”.

Según el comité asesor, estos son los candidatos para vacunar.

– Grupos de riesgo: niños a partir de los 5 años de edad y adolescentes en determinadas situaciones o con enfermedades de base que supongan un riesgo aumentado de padecer complicaciones de la gripe.
– Contactos estrechos (cualquier edad a partir de 6 meses), convivientes y cuidadores de pacientes de riesgo, como por ejemplo los profesionales sanitarios, sociosanitarios y farmacéuticos.
-Convivientes de lactantes menores de 6 meses, excepto las madres que fueron vacunadas durante la gestación.
-Todos los trabajadores sanitarios.
-Embarazadas, tanto para su propia protección como para la de su futuro hijo, en cualquier momento del embarazo.

¿Cuáles son los considerados grupos de riesgo con preferencia para ser vacunados?

Niños de más de 5 años y adolescentes en riesgo de sufrir una gripe complicada debido a circunstancias o enfermedades de base. Enfermedad respiratoria crónica (fibrosis quística, displasia broncopulmonar, bronquiectasias, asma e hiperreactividad bronquial, secuelas respiratorias de los casos graves de Covid-19, etc.).

Enfermedad cardiovascular grave, congénita o adquirida, incluida la hipertensión arterial aislada.
Enfermedad metabólica crónica (p. ej. diabetes mellitus, errores congénitos del metabolismo, etc.).
Enfermedad crónica renal o hepática.
Enfermedad inflamatoria intestinal crónica.
Enfermedad celiaca.
Inmunodeficiencia congénita (se excluye el déficit aislado asintomático de IgA) o adquirida (incluye infección VIH, corticoides sistémicos a dosis altas y mantenidas, fármacos inmunosupresores, eculizumab o ravulizumab, receptores de trasplantes).
Asplenia funcional o anatómica.
Enfermedad hematológica moderada o grave (p. ej. hemoglobinopatía o anemia con repercusión clínica que precisen hemoderivados o trasfusiones, hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, etc.).
Enfermedad oncológica.
Enfermedades reumáticas.
Enfermedad neuromuscular crónica y encefalopatía moderada o grave. Compromiso de la función respiratoria y el manejo de secreciones (traqueostomía, ventilación mecánica)..
Secuelas de los casos graves de COVID-19.
Implante coclear o en espera del mismo. Fístula de líquido cefalorraquídeo.
Desnutrición moderada o grave.
Obesidad mórbida (IMC ≥3 desviaciones estándar por encima de la media).
Prematuridad <32 semanas de edad gestacional. Entre los 6 y 24 meses de edad.

Síndrome de Down y otros trastornos genéticos con factores de riesgo.
Tratamiento continuado con ácido acetil salicílico.
Niños y adolescentes institucionalizados o tutelados por la Administración.

¿Qué tipos de vacunas hay disponibles en pediatría?

Los pediatras de la Clínica Montepediatras recomiendan emplear las vacunas antigripales tetravalentes (2 cepas A + 2 cepas B), tanto inactivadas para uso por vía intramuscular (Fluarix Tetra, Influvac Tetra y Vaxigrip Tetra (desde los 6 meses), Flucelvax Tetra (cultivo celular, a partir de 2 años)) como atenuadas para la vía intranasal. (Fluenz Tetra (2-18 años))

¿Qué número de dosis deben recibir?

Con respecto a las vacunas inactivadas de administración intramuscular (en muslo o brazo, según edad):
1. De 6 meses a 2 a 8 años:
2 dosis, separadas por al menos, 4 semanas
Sólo una dosis, si hubiera recibido, al menos, dos dosis de vacuna en temporadas anteriores.
2. De 9 años en adelante: una dosis cada temporada
(Dosis, a partir de los 6 meses: se administran los 0,5 ml que vienen preparados)
La vacuna atenuada intranasal se administra directamente a través de las narinas, 0,1 ml en cada fosa nasal. El número de dosis es el mismo que para las vacunas inactivadas inyectables. La forma de administración es sencilla y muy bien tolerada por los niños.
Efectos secundarios de la vacuna
Son vacunas muy seguras. “El efecto adverso más frecuente es la reacción local (enrojecimiento y dolor en la zona de la inyección), que en general es leve”, recuerdan los pediatras.

Precauciones y contraindicaciones de la vacuna:

No está indicada administrar la vacuna en los siguientes casos:
Niños menores de 6 meses
Reacción anafiláctica o alérgica grave a algún componente de la vacuna (excepto el huevo)
Antecedentes de reacción anafiláctica o alérgica grave a una dosis previa de la vacuna.

Con precaución, e individualizar cada caso, en los siguientes casos:

Se recomienda posponer cuando exista alguna enfermedad febril o proceso agudo, moderado o grave.

Los niños y adolescentes con alergia grave al huevo pueden ser vacunados en centros sanitarios con experiencia en el reconocimiento y tratamiento de las reacciones alérgicas graves.

Niños que hayan padecido un síndrome de Guillain-Barré en las 6 semanas posteriores a una vacuna antigripal previa (no vacunar si niño sano, valorar individualmente en niños con factores de riesgo específicos).
Niños que sufrieron una púrpura trombopénica inmune en los 7 días siguientes a una dosis previa de vacuna antigripal.

Si se quiere ampliar información o se tienen dudas, “nosotros siempre recomendamos consultar la web del Comité Asesor de Vacunas, de la Asociación Española de Pediatría, (https://vacunasaep.org) que tiene un manual con toda la información acerca de las vacunas, con un área específica para familias”.