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Increíble lo que sucede en tu cuerpo al tomar bebidas carbonatadas

Todo lo que consumimos produce ciertos efectos en el organismo, así que deberías saber qué le pasa a tu cuerpo al tomar bebidas carbonatadas. Sobre todo porque estos refrescos han estado en el eje de las polémicas en los últimos años, y hay mucha desinformación al respecto.

Un estudio, difundido a través de la revista The American Journal of Clinical Nutrition, demostró que los refrescos están relacionados con una mayor probabilidad de sufrir enfermedades graves, como la pérdida de calcio en los huesos o la llamada desmineralización ósea.

Toma nota: qué sucede en tu cuerpo al tomar bebidas carbonatadas

Al ingresar en nuestro cuerpo, el gas de dióxido de carbono de las bebidas carbonatadas genera una serie de reacciones adversas. Evidentemente ese burbujeo las hace gustosas al paladar y les aporta un sabor ácido agradable.

Con el tiempo, la ingesta recurrente de estos productos genera un alto riesgo de padecer trastornos metabólicos muy variados. Hay que señalar que no todas son igual de perjudiciales pero sí, todas lo son.

¿Todas las bebidas carbonatadas son malas?

En general, las bebidas carbonatadas son una mala opción como refresco o para acompañar las comidas. Deberías evitarlas a toda costa. Suponiendo que quieras darte un gusto, procura decantarte sólo por aquellas que no tengan otros añadidos como sal, azúcar y aditivos. Y debes tomarlas muy de vez en cuando.

El problema es que, por cuestiones del mercado, la enorme mayoría de las bebidas carbonatadas efectivamente poseen añadidos. Numerosas bebidas con gas de dióxido de carbono también tienen fósforo, algo que contribuye a la pérdida de calcio de los huesos.

Las caries, un peligro adicional

Los dientes son potenciales víctimas de las bebidas carbonatadas por esas sustancias añadidas que comentábamos.

Esos componentes son cariogénicos y acidogénicos, por lo que su consumo prolongado puede derivar en la erosión de las piezas dentales. Nuevamente, aunque el gas de dióxido de carbono no es el responsable de estos efectos, las bebidas carbonatadas suelen causarlos.

¿Cómo reducir los riesgos?

La mejor forma de mitigar el impacto de las bebidas carbonatadas es optar por aquellas que tienen una menor cantidad de añadidos. Traduciendo esto a productos concretos, lo ideal sería dejar de lado los refrescos, las bebidas de coca-cola y los vinos carbonatados.

Una alternativa interesante es el agua carbonatada sin añadidos, con hierbas, especias o frutas frescas que los reemplazan sin tener ningún tipo de riesgo para nuestro cuerpo.