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La humedad en el hogar, ¿Por qué parece ser la clave para frenar el coronavirus?

Lavarse las manos, mantener las distancias y no salir de casa son algunas de las medidas que se han impuesto para poner fin a la epidemia por el coronavirus en las próximas semanas. Pero parece que esto no es lo único que nos podría ayudar a frenar el COVID-19. Un nuevo estudio asegura que la humedad del interior de los edificios también tendrán un papel importante.

Según un estudio realizado por la Universidad de Yale, el fin de la pandemia en los próximos meses no solo dependerá de la temperatura que haga fuera, sino también del clima del interior de las casas y edificios. Lo más importante será la humedad que haya en estos espacios interiores. A más humedad (con mayor temperatura), más probable será acabar con el virus.

Ya sabemos que el aire frío y seco ayuda a la propagación del COVID-19, pero a medida que suban las temperaturas (y la humedad), bajará el riesgo de transmisión del virus a través de las partículas del aire. Hay que tener en cuenta que, aunque se ha determinado que no se transmite a través del aire, las partículas viajan hasta posarse en en la superficie, que es lo que termina contaminando al ser humano.

Claro está que una humedad muy alta tampoco es lo más recomendable. Los expertos han determinado que la humedad perfecta está entre el 40% y el 60%, en lo que se refiere a la transmisión por aerosoles, es decir, que se podrá seguir contagiando a través del contacto.

«No importa si vives en Singapur, India o el Ártico, aún debes lavarte las manos y practicar el distanciamiento social», ha explicado Iwasaki, profesora del Departamento de Inmunobiología y del Departamento de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo de Yale, con respecto al contagio del COVID-19 mediante el contacto, ya sea con una persona o con una superficie infectada.