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Treinta años de estudio

¿Hablar por el móvil aumenta el riesgo de sufrir cáncer cerebral?

Nos preocupa que los teléfonos móviles causen cáncer u otros problemas de salud por dos motivos: estos aparatos emiten radiación (por radiofrecuencia o por ondas de radio), y mucha gente los usa. Así, según explica el Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en inglés) en su título ‘Teléfonos celulares y el riesgo de cáncer’, «un pequeño aumento en el riesgo de cáncer por el uso de los celulares sería preocupante porque los usan muchas personas».

El Instituto concluye que se han hecho muchos estudios diferentes para investigar si el uso de los celulares es peligroso para la salud humana y, «sin embargo, hasta la fecha las pruebas indican que el uso de los celulares no causa cáncer de encéfalo ni de otros tipos en las personas».

En esta línea, REDECAN -la Red Española de Registros de Cáncer compuesta por los registros poblacionales de cáncer de Albacete, Asturias, Canarias, Castellón, Ciudad Real, Cuenca, Euskadi, Girona, Granada, La Rioja, Mallorca, Murcia, Navarra y Tarragona, y por el Registro Español de Tumores Infantiles de la Comunitat Valenciana y el multihospitalario Registro Español de Tumores Infantiles (RETI)- ha analizado la incidencia de los tumores malignos del encéfalo entre los años 1985 y 2015 en España.

Desde su introducción a mediados de los años 80, el uso de teléfonos móviles ha aumentado rápidamente en todo el mundo. En España, en 1995 sólo un 2% de la población disponía de teléfono móvil, mientras que en 2009 el número de teléfonos móviles ya había sobrepasado los 51 millones.

El informe Tendencias de la incidencia de los cánceres del encéfalo en España entre 1985 y 2015 y su posible relación con el uso de teléfonos móviles, recogido en síntesis por la Revista Española de Salud Pública (RESP), se ha centrado en tres periodos con distintos grados de utilización de teléfonos móviles:

  1. Un primer periodo en el que prácticamente no se utilizaba la telefonía móvil.
  2. Una etapa de despliegue masivo.
  3. Y un último periodo de uso masivo.

Este trabajo es el primer estudio exhaustivo que se realiza en España sobre la evolución de las tasas de incidencia de estos tumores, desagregados por sexo, edad (incidencia en adultos y en la infancia), localización del tumor primario y tipo histológico. Se llevó a cabo utilizando el periodo de 1985-2015 en doce registros de cáncer poblacionales de España, que cubren once provincias, tres islas y el Registro de Tumores Infantiles. El estudio en la población adulta de 15 y más años incluyó un total de 20.325 tumores malignos del Sistema Nervioso Central (SNC), detalla la publicación.

En cualquier caso, declaran que este tipo de estudios descriptivos no son una prueba ni a favor ni en contra de una relación causal entre el uso de teléfonos móviles y las tasas de incidencia de tumores del SNC, aunque aportan información útil para valorar la magnitud de un problema de evaluación, gestión y comunicación del riesgo sobre el uso y exposición de la población a los campos electromagnéticos de radiofrecuencias. «Si hubiera una relación causal, incluso con pequeño exceso de riesgo, se observaría un aumento de las tasas de incidencia de estos tumores», aseveran.

Conclusiones

En las conclusiones de la investigación se declara una tendencia ligeramente ascendente de la incidencia de los tumores de encéfalo en los años 80 y principios de los 90 y, posteriormente, una estabilización. Por lo tanto, los autores no apoyan, en definitiva, la hipótesis de una posible correlación entre el uso de teléfonos móviles y los tumores encefálicos malignos.

Concretamente, en los hombres adultos, las tasas de incidencia de tumores malignos del SNC en general y del encéfalo en particular del periodo de estudio se mantuvieron estables mientras que en las mujeres aumentaron alrededor de un 2% anual hasta 1999 y posteriormente se mantuvieron estables hasta 2015.

«Este aumento podría ser debido a las mejoras diagnósticas implementadas en estos años. Los incrementos de la incidencia de los cánceres de algunas localizaciones (frontal y temporal) y de algunos tipos histológicos específicos (gliomas), parecen explicarse, al menos en gran parte, por la disminución de los cánceres con localización y/o tipo histológico inespecífico, fenómeno concordante con una mejor precisión diagnóstica basada sobre todo en el progreso de las técnicas de imagen», se asegura en el estudio.

Por su parte, los tumores infantiles no presentan tendencia estadísticamente significativa ni globalmente ni en ninguno de los tipos tumorales estudiados para el conjunto del periodo de estudio. Solamente se observa un incremento de las tasas de los gliomas y tumores embrionarios desde 1985 hasta 1991, probablemente como consecuencia también de las mejoras diagnósticas producidas en estos años.