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Estrés

El estrés no es tan malo ¿cómo puede proteger nuestro cuerpo?

Aunque siempre relacionamos al estrés como algo preocupante, no es así siempre. Cuando es exagerado está claro que nos produce daño, pero el estrés no es tan malo y puede proteger nuestro cuerpo. Es lo que concluye un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

De hecho, siempre necesitamos un poco de estrés para motivarnos a la hora de realizar nuestras actividades cotidianas, sean personales o de ocio, y especialmente las de trabajo.

Por qué el estrés no es tan malo

Según esta publicación, acabaría ejerciendo una acción protectora sobre el cuerpo y esto es algo favorable.

Para demostrar estas afirmaciones, los científicos trabajaron con ratones que tenían inflamación en parte del intestino delgado y, tras estar con diversos sensores, vieron que los TLOs aumentaron pero la inflamación intestinal no.

Sí subió la producción de citoquinas IL-23 e IL-22, que son necesarias para la formación de TLOs y están relacionadas en la regeneración tisular. Por lo que se concluyó que el estrés crónico protege al organismo de la inflamación intestinal, entre otros beneficios.

Pues se vio que había algunos pacientes que tenían enfermedades inflamatorias intestinales pero que no empeoraban cuando tenían estrés aunque a otros sí les afectaba. Los científicos determinan que todavía son necesarios diversos estudios más para determinar esta afirmación y la relación que ello tienen con un poco de estrés en el cerebro.

De momento, como es algo que se ha atribuido a animales, no se puede considerar aplicable a los humanos. Y lo que se quiere es dar un paso más y no quedarse solamente con las  enfermedades intestinales y poder así demostrarse en otro tipo de enfermedades y lesiones que también suelen influir e incidir en los seres humanos.

Mucho, no es bueno

Aunque se haya concluido de forma preliminar que el estrés puede proteger al organismo, si en algo están de acuerdo los médicos es que el estrés en demasía, como el crónico, entonces no es bueno. Cuando se habla de un mínimo de estimulación para el cuerpo es favorable porque nos ayuda a motivarnos y a no caer en una especie de desasosiego que entonces no es bueno. Pero esto se da en un grado de estrés bajo y siempre según determinadas condiciones.

De hecho, el estrés más fuerte siempre es algo que no beneficia y que puede llegar a desarrollar otras enfermedades, especialmente mentales como la ansiedad o la depresión.