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Estas son las enfermedades venéreas más comunes

Las enfermedades venéreas o infecciones de transmisión sexual son aquellas que se adquieren, generalmente, a través de las relaciones sexuales. A pesar de que cualquier persona activa está en riesgo de exposición, las probabilidades aumentan si el encuentro tiene lugar sin la protección adecuada, al tener contacto con múltiples parejas o tras la inyección de drogas por vía intravenosa, entre otros motivos.

Es importante llevar un control rutinario de estas enfermedades.

Erupciones cutáneas, secreción, sangrado, dolor abdominal, lesiones genitales o inflamación aguda son solo algunos de los síntomas de las enfermedades venéreas más comunes, causadas por diferentes bacterias, parásitos o virus. No obstante, dicha infección no siempre está relacionada con el contacto sexual. Ciertas afecciones pueden transmitirse también de madres a hijos durante el embarazo o el parto.

Las enfermedades venéreas más comunes

A día de hoy, existen más de una veintena de enfermedades de transmisión sexual. Entre las que se encuentran el virus del papiloma humano, la sarna, las ladillas, la candidiasis genital, la sífilis o la tricomoniasis. No obstante, solo un grupo muy reducido se ha convertido en un habitual de este tipo de diagnósticos.

Herpes genital

La aparición de pequeñas ampollas en la zona genital es muy habitual.

Esta dolencia está causada por el virus herpes y se traduce en un malestar general, la aparición de fiebre, picazón y pequeñas ampollas en las áreas cercanas a la zona genital. Como muslos, glúteos y ano. Estos síntomas pueden aparecer semanas después del contagio, por lo que es muy importante realizar una analítica tras el contacto.

Gonorrea

La gonorrea puede causar graves problemas durante el embarazo.

En esta ocasión, la bacteria gonococo es la responsable del contagio, que afecta a las mucosas del aparato genital y urinario. Entre los indicios de la enfermedad se encuentran el dolor de garganta, las relaciones sexuales dolorosas, las secreciones genitales o el ardor al orinar. Si el paciente es una mujer, la gonorrea puede afectar seriamente al correcto funcionamiento de las Trompas de Falopio.

Clamidia

La clamidia es una de las enfermedades venéreas que pasa más inadvertida.

Los síntomas de la clamidia no son demasiado severos, por lo que suele confundirse con varios tipos de infección. Fiebre, naúseas, dolor abdominal o secreción anormal son algunos de los indicios. Esta enfermedad de transmisión sexual es muy habitual entre la población más joven y puede propagarse a través de relaciones genitales, anales u orales.

VIH

Más de 56% de la población jamás se ha hecho la prueba del VIH.

Como su propio nombre indica, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana ataca directamente al sistema inmunitario del paciente, debilitándolo frente a agentes externos. El VIH se manifiesta a través de erupciones en la piel, la pérdida de peso, el cansancio, los mareos, diarrea, fiebre o la formación frecuente de hematomas. Lamentablemente, el VIH no tiene cura, aunque el tratamiento asegura la supervivencia del contagiado.

Hepatitis B

La hepatitis B afecta directamente al hígado.

El principal síntoma de la hepatitis B es la inflamación del hígado. Su transmisión se produce tras el contacto directo de fluidos corporales como la sangre, la saliva o el semen. En muchos casos, la enfermedad es asintomática, lo que favorece el contagio involuntario.