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EPOC

Síntomas y tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Más conocida por la sigla EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica reúne un conjunto de enfermedades pulmonares, cuyo síntoma más evidente es la dificultad para una correcta respiración, con un lento pero constante empeoramiento, afectando la calidad de vida del paciente y requiriendo de diversos tratamientos para sobrellevarlas.

En condiciones normales, las vías respiratorias y los alvéolos de los pulmones son elásticos, pueden estirarse según sean exigidos, y se llenan de aire cuando inspiramos, desinflándose luego al espirar. Pero quienes sufren EPOC, en cambio, padecen de menor elasticidad, y por tanto el caudal de aire disponible para los pulmones es menor, derivando en una capacidad pulmonar reducida.

Lo que debes saber de la EPOC

Los síntomas de la EPOC suelen ser leves al principio o bien no desarrollarse hasta más adelante, por lo que los afectados no se dan cuenta o no dan la suficiente importancia a sus síntomas.

De manera que suelen empeorar al paso del tiempo y es entonces cuando se recurre al médico. Recomendamos hacerse chequeos cada seis meses, especialmente si es fumador o a estado expuesto a gases durante bastante tiempo.

Entre los signos que acompañan a esta enfermedad destaca la tos con expectoración de moco, dificultad para respirar, cansancio, ruidos cuando se respira, presión en el pecho, exceso de mucosidad en los pulmones, infecciones respiratorias, pérdida de peso, hinchazón de piernas.

Debemos destacar que estos síntomas no suceden por igual en todas las personas y como hemos comentado al principio serán más leves.

Esto signos pueden empeorar y cuando hay complicaciones entonces pueden producirse importantes problemas de salud, como trastornos cardiacos, infecciones respiratorias y neumonía, fatiga muscular y trastornos del sueño.

En algunos casos, esta problemática no se debe sólo a que las vías y los alvéolos son poco elásticos, sino también a otros factores, como que las paredes entre los saquitos se destruyen, o se inflaman. Además, hay pacientes en los que se produce más mucosidad de la necesaria, obstruyéndolas. Respectivamente, estos problemas se conocen como enfisema o bronquitis crónica.

¿Qué causa la EPOC?

Casi siempre, la aparición de la EPOC se explica a partir de la exposición prolongada y manifiesta a factores que generan deterioro pulmonar, como por ejemplo el fumar cualquier tipo de sustancia. Todos los elementos inhalables contribuyen al desarrollo de estas enfermedades porque tienen químicos en su composición, en mayor o menor medida, aunque hay otras causas posibles, destacando la condición genética alfa-1, de todos modos mucho menos frecuente.

Tratamiento a aplicar

Ante tales síntomas, el médico debe establecer un diagnóstico a medida y marcar unas pautas que definen su tratamiento. Todo ello pasa por:

Dejar de fumar. Es una de las primeras consideraciones sobre todo cuando la causa está directamente relacionada con el tabaquismo.

Evitar inhalación de gases tóxicos. Cuando se tiene EPOC también es importante alejarse de los gases tóxicos que nos han producido esta enfermedad sea por trabajo u otras cosas.

Medicamentos. El tratamiento farmacológico incluye medicamentos (inhaladores de broncodilatadores, antibióticos, esteroides o antiinflamatorios).

Terapias pulmonarias. Si lo creen necesario, los médicos también pueden aplicar terapias respiratorias que pueden incluir oxigenoterapia y programa de rehabilitación pulmonar. Pues pueden mejorar la calidad de vida del paciente, y con ello hacer que la función respiratoria y cardiaca evolucione en positivo.

Los síntomas severos de EPOC, que tienden a apreciarse en instancias intermedias o ya avanzadas de la enfermedad, son la tos recurrente, cierto silbido o chirrido al respirar, falta de aliento al hacer actividad física, sensación de asfixia en el pecho, y otras relacionadas con la incomodidad para oxigenar el organismo.

Dado que no hay cura para este diagnóstico, es imprescindible llevar a cabo tratamientos para paliar su condicionamiento sobre el paciente, como abandonar todo comportamiento negativo, más que nada dejar de fumar, hacer ejercicios de respiración, y consumir medicamentos prescritos para minimizar el impacto de esta afección.