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Nuevas estrategias terapéuticas

Se emplea por primera vez la vacuna como tratamiento frente al Covid

Un equipo de científicos de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) ha conseguido tratar la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus usando la vacuna en un paciente ya infectado

¿Qué dicen los expertos sobre una posible séptima ola de la Covid?

En un paciente con Covid durante 8,5 meses, la vacuna ha servido de tratamiento, y no para prevenir la enfermedad. Es la primera vez que se utiliza esta estrategia con éxito.

El paciente es un varón de 37 años con una rara enfermedad genética que afecta a su sistema inmunológico. Había dado positivo por Covid durante siete meses y medio después de haber contraído el virus. Finalmente, se comprobó que estaba libre de infección después de que un equipo de científicos del Centro de Inmunodeficiencias de Gales le administrara dos dosis de una de las vacunas basadas en ARNm y monitorizara su respuesta.

El resultado sugiere, de acuerdo con los responsables, que la vacuna es una herramienta para poner en marcha la respuesta del sistema inmunológico contra el virus, y se presenta la posibilidad de emplearla con ese objetivo en personas inmunocomprometidas. La información sobre el caso se ha publicado en la revista científica Journal of Clinical Immunology.

El paciente tiene síndrome de Wiskott-Aldrich, una enfermedad rara que provoca inmunodeficiencia, de modo que su respuesta a la infección era insuficiente para eliminar el virus de su organismo. La contrajo en diciembre de 2020, y siguió siendo positivo durante 218 días.

No es Covid persistente

En un caso así, no se puede hablar de Covid persistente, que se caracteriza porque los efectos de la infección en el organismo se prolongan incluso después de que el virus ya no sea detectable en el organismo de los pacientes.

Durante el tiempo en el cual el virus era detectable, esta persona sufrió síntomas de forma intermitente, incluyendo sensación de opresión en el pecho, insomnio, cefaleas, problemas para concentrarse y fatiga extrema. También estuvo aislado durante largos periodos.

Stephen Jolles, de la Universidad de Cardiff, ha explicado: «Dados los continuos positivos en las pruebas de PCR, las consecuencias en su salud y su bienestar mental, decidimos poner en marcha esta estrategia terapéutica única. Nos preguntábamos si la vacunación terapéutica podría por fin ayudar a eliminar el virus mediante la inducción de una respuesta inmune potente en su organismo».

El equipo administró dos dosis de una vacuna de ARNm con un mes de separación entre la primera y la segunda. Rápidamente se produjo la respuesta inmune que una infección prolongada no había conseguido provocar.

Los expertos del Hospital Universitario de Gales en Cardiff también observaron una potente respuesta de las células T, que son clave a la hora de combatir el virus.

Según Mark Ponsford, miembro del equipo que puso a prueba este tratamiento, la desaparición del virus del cuerpo del paciente se confirmó a los 72 días de haber administrado la primera dosis. «Fue un momento de asombro», ha declarado.

Primera vez

«Que nosotros sepamos, esta es la primera vez que una vacuna de ARNm se ha usado para eliminar la infección persistente por SARS-CoV-2. Es importante destacar que la vacuna ha sido bien tolerada por el paciente y que indujo una fuerte respuesta en las células T. Es algo notable, dado que la respuesta de esta persona a las vacunas convencionales que se le habían administrado en el pasado han sido extremadamente modestas», ha añadido.

Los expertos tendrán que reproducir estos resultados para confirmar que hay una relación entre la vacunación y la eliminación del virus en otros casos. En palabras de Ponsford, «Todos hemos visto hasta qué punto la vacunación es vital en la lucha contra la pandemia, pero nuestro estudio es el primero que pone de relieve la emocionante posibilidad de que se use también como tratamiento para la infección persistente».

Aunque las causas genéticas de la inmunodeficiencia son raras, hay muchas personas cuyo sistema inmunológico está afectado por diversas enfermedades o tratamientos médicos. «Deberíamos estar atentos a la infección persistente y desarrollar herramientas terapéuticas para combatirla», ha añadido.