Responsable del Área Obstétrica en la sede de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid

Dra. Muñoz: «El respeto absoluto por los tiempos fisiológicos del parto reduce el número de cesáreas»

"Los riesgos por cesárea son mayores que los de un parto vaginal"

La CUN finalizó 2024 con una tasa de cesáreas por debajo de la media nacional

cesáreas
La doctora Laura Muñoz.

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La Clínica Universidad de Navarra (CUN) cerró el pasado 2024 con una tasa de cesáreas del 20%, una cifra por debajo de la media de hospitales públicos (22,9%) y privados (34,5%) en España, según los últimos datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud. Este dato cuantifica una de las líneas estratégicas del Departamento de Ginecología y Obstetricia del hospital, comprometido en ir cumpliendo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que recomienda que esté por debajo del 15%.  

El incremento en la edad de las mujeres para tener hijos, el crecimiento en el uso de técnicas de reproducción asistida, las cesáreas programadas (conocidas también como «electivas»), los partos de nalgas, los nacimientos prematuros y las frecuentes demandas que enfrentan los ginecólogos por complicaciones en partos vaginales son factores que, según la SEGO, elevan la cantidad de cesáreas en nuestro país. Sus expertos creen que al menos un 5% de las cesáreas se podrían evitar.

«Pese a que la cesárea es un procedimiento obstétrico seguro, sus riesgos son mayores que los de un parto vaginal, con más posibilidades de hemorragias u otras complicaciones. Es importante, por ello, evitar cesáreas innecesarias y realizar un seguimiento a lo largo del tiempo que nos permita verificar que las indicaciones de nuestras cesáreas son adecuadas. Por eso entre otros, que permitan un abordaje integral del parto», señala, en entrevista a OKSALUD, la Dra.Laura Muñoz Saá, responsable del Área de Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid.

Otro dato destacado de la actividad del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la CUN durante 2024 es la reducción de episiotomías, que consiste en una técnica quirúrgica que realiza una incisión para ampliar el perineo, en la parte posterior de la vagina, durante el expulsivo. Este procedimiento no es necesario en la mayoría de los partos y eso tiene un gran impacto en la recuperación de la mujer después de dar a luz.

PREGUNTA.- ¿Cuáles han sido las estrategias clave para reducir el número de cesáreas y llegar sólo al 20%?

RESPUESTA.- Hemos aplicado un enfoque basado en la mejor evidencia científica, con protocolos actualizados, un equipo altamente coordinado y un respeto absoluto por los tiempos fisiológicos del parto. Analizamos cada indicación de cesárea de manera rigurosa, asegurando que solo se realicen cuando realmente son necesarias. Además, fomentamos el parto vaginal seguro en mujeres con cesáreas previas.

P.- La tasa de cesáreas en hospitales privados es significativamente mayor. ¿A qué cree que se debe esta diferencia? 

R.- Las diferencias pueden deberse a múltiples factores, como la planificación de partos en horarios establecidos, una mayor proporción de embarazos de riesgo y la preferencia de algunas pacientes por cesáreas programadas. En la Clínica, priorizamos siempre la seguridad materno-fetal y evitamos cesáreas innecesarias mediante un manejo individualizado de cada caso.

P.- ¿Qué papel juegan la edad materna y las comorbilidades en la necesidad de recurrir a una cesárea? 

R.- La edad materna avanzada y la presencia de patologías como hipertensión o diabetes pueden aumentar el riesgo de complicaciones durante el parto. Sin embargo, el parto vaginal puede ser una opción segura en muchas ocasiones y comorbilidades no debe asociarse siempre a parto mediante cesárea. Un seguimiento estrecho y una atención personalizada nos permiten ofrecer alternativas seguras para cada paciente.

P.- ¿Qué tipo de seguimiento realizan a las pacientes que han pasado por este procedimiento? 

R.- Realizamos un análisis detallado de cada cesárea y su indicación, lo que nos permite mejorar continuamente nuestros protocolos. Además, ofrecemos seguimiento estrecho en embarazos posteriores y un análisis detallado de la vía del parto, con el objetivo de valorar la posibilidad de un parto vaginal, siempre con criterios de seguridad materno-fetal.

P.- ¿Cuáles son las principales modificaciones que han implementado en los últimos años en sus protocolos de acuerdo a las últimas evidencias científicas?

R.- Hemos actualizado nuestros protocolos para reducir intervenciones innecesarias, como la episiotomía, y respetar mejor los tiempos de cada parto. También hemos optimizado el manejo del parto tras una cesárea previa, aumentando la tasa de partos vaginales en estos casos sin comprometer la seguridad.

P.- En el caso de mujeres con una cesárea previa, explican que es posible lograr un parto vaginal en un alto porcentaje. ¿Qué condiciones deben cumplirse para que esto sea seguro? 

R.- Es fundamental que la paciente no tenga contraindicaciones médicas, que la cesárea anterior sea una cesárea transversa baja, que la cicatriz uterina esté en buenas condiciones y que el trabajo de parto se desarrolle de manera favorable. En la Clínica, valoramos cada caso de forma individual, incluyendo la evaluación ecográfica del segmento uterino, y garantizamos una vigilancia estricta para maximizar la seguridad.

P.- ¿Cómo influye el trabajo coordinado entre obstetras, matronas, pediatras y anestesistas en la reducción de cesáreas innecesarias? 

R.- El trabajo en equipo es clave. Una comunicación fluida entre los distintos profesionales permite tomar decisiones más acertadas y evitar intervenciones innecesarias. Nuestro equipo interdisciplinar evalúa cada parto en tiempo real, asegurando la mejor atención para madre y bebé.

P.- La Clínica también ha reducido el uso de episiotomías. ¿Qué impacto ha tenido esta reducción en la recuperación posparto de las pacientes? 

R.- Reducir las episiotomías ha mejorado notablemente la recuperación posparto, disminuyendo el dolor, la necesidad de suturas y el riesgo de complicaciones como infecciones o dispareunia. Esto contribuye a una experiencia de parto más positiva.

P.- Además de la reducción de cesáreas y episiotomías, ¿qué otras medidas han implementado para mejorar la experiencia del parto y promover un enfoque más humanizado en la atención obstétrica? 

R.- Hemos potenciado el contacto piel con piel inmediato, la lactancia materna precoz y la participación activa de la madre en el proceso del parto. También ofrecemos un acompañamiento continuo y respetamos al máximo los deseos y necesidades de cada paciente. Existe un plan de parto individualizado y consensuado con cada paciente, que además es conocido por el equipo que la atiende.

P.- ¿Cuáles son los próximos retos en la atención al parto para seguir mejorando la seguridad y la experiencia de las madres en la Clínica Universidad de Navarra? 

R.- Nuestro reto es seguir optimizando la seguridad y humanización del parto, integrando nuevas tecnologías para la monitorización fetal y ampliando la formación de nuestro equipo en técnicas menos invasivas. Además, queremos seguir fomentando el parto vaginal en mujeres con cesáreas previas cuando sea seguro hacerlo. En la atención al parto es fundamental el funcionamiento sólido del equipo, tanto en la atención a la normalidad como en la atención a las complicaciones que puedan surgir. El objetivo último es ofrecer una atención al parto segura y de excelencia, basada en las últimas evidencias y acompañada por la máxima calidad humana que ofrecerá todo el equipo de obstetricia.

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