Presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM)

Dr. Martínez-Sellés: «En la formación MIR hace falta un examen al finalizar la residencia»

Desde ICOMEM defiende que la Atención Primaria es el pilar fundamental de nuestro sistema sanitario

Cree que se necesitan más esfuerzos para retener nuestro talento y evitar que los mejores alumnos se acaben yendo de España

Dr. Manuel Martínez-Sellés
Dr. Manuel Martínez-Sellés.

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De un tiempo a esta parte se habla de la falta de médicos en España. El número de profesionales sanitarios colegiados en España se situó en 923.2071 en 2021, un 2,8%2 más que en el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Centro de Investigación del Sindicato de Médicos de Granada, explica que la problemática está en la falta médicos de familia y pediatras y que esto se debe, en gran parte, a que han empeorado mucho las condiciones del ejercicio profesional en Atención Primaria y las retribuciones. Creen que para paliar este problema, «debe acelerarse la convocatoria de los traslados y concursos de oposición, resolviéndose en meses y no en años y años, para dar estabilidad y poder cubrir las futuras jubilaciones y que es problema no vaya a más».

Desde el ICOEM, abogan por mejorar las condiciones laborales de todos los médicos para evitar la fuga de talentos, ya que no es un problema del número de licenciados, sino del atractivo salarial que ofrecen nuestros vecinos comunitarios. Sobre esto y otras cuestiones de actualidad, opina su presidente para OKSALUD.

PREGUNTA.- ¿Tenemos suficientes médicos en España? ¿Cuál es el problema concreto en los hospitales? ¿Le parece lógico que los españoles paguemos las carreras de Medicina y que los especialistas ejerzan fuera de España (donde se paga mejor) y que en España contratemos médicos extranjeros? ¿Qué salida ve a esto?

RESPUESTA.- Ojalá tuviera una varita mágica para solucionar un problema que es complejo. Yo siempre he defendido que en España, más que médicos, lo que faltan son condiciones de trabajo adecuadas. No es sólo un tema económico, aunque tampoco hay que obviar que los sueldos que tenemos son dos o tres veces más bajos que los de los países de nuestro entorno. El problema, que ya existe, va a empeorar, teniendo en cuenta que, en los próximos 10 años se va a jubilar la generación de médicos que se formó en el momento histórico en que más estudiantes de medicina ha tenido España.

Lo de contratar a médicos extranjeros o no, creo que depende, sobre todo, de su formación. Si la formación es buena, como lo es en muchos casos, no tengo ningún problema. Ahora bien, creo que necesitamos más esfuerzos para retener nuestro talento. No podemos permitir que muchos alumnos excelentes que consiguen cursar sus estudios de medicina en España se acaben yendo.

P.- ¿Tenemos suficientes y excelentes facultades de Medicina en España? ¿Cuál es la situación actual de los MIR en España? ¿Qué opina de la la superespecialización médica frente a una medicina holística?

R.- Es una pregunta muy relacionada con la anterior. La respuesta es compleja y depende de muchos factores como de la capacidad de formación de cada facultad, de la calidad de esa formación, del número de alumnos egresados y del porcentaje que se queda en España frente a los que deciden irse fuera. Pero, resumiendo, no creo que el problema se resuelva abriendo más facultades de medicina, aunque no me opongo a que se puedan abrir en casos concretos bien justificados. Soy un gran defensor de la formación MIR, pero creo que nos hace falta un examen al finalizar la residencia, como tienen todos los países de nuestro entorno.

La superspecialización es cada vez más necesaria pero cuando enferme dentro de, espero, muchos años, lo que me gustaría encontrar es un compañero con una mirada humana, global, compasiva y empática. Por ello creo que, además de superespecializarse, hay que formarse en ética, deontología, comunicación y humanización. Me asusta que los residentes se dejen abrumar por la tecnología. La medicina es mucho más que eso.

P.- COVID. ¿Cómo afrontar la nueva ola de COVID procedente de China? ¿Qué opina de las restricciones impuestas a los ciudadanos chinos? ¿Son efectivas? ¿Considera que la mascarilla tiene que seguir siendo obligatoria en los medios de transporte públicos?

R.- No soy experto en COVID, por lo que soy muy prudente a la hora de contestar a preguntas sobre la pandemia. Precisamente, de las primeras cosas que hicimos cuando llegamos al colegio, fue crear un comité científico que nos asesora sobre la materia. Lógicamente, espero que no existan restricciones a los ciudadanos chinos. Sí pueden existir restricciones a ciudadanos de cualquier país que vengan de China, en los casos en los que la situación epidemiológica lo justifique, como parece ser el momento en el que contesto a esta entrevista. Ojalá se pueda retirar cuanto antes la obligación de portar mascarilla en transporte público.

Tal vez, el final del invierno fuese un buen momento para tomar esta medida. Incluso la mascarilla en hospitales y centros de salud, espero que no sea para siempre. Mi experiencia es que es muy mala para la relación médico-paciente. Tengo enfermos que llevo más de veinte años viéndolos y no los reconozco cuando entran en la consulta.

Además, cuando hay hipoacusia o problemas de comunicación, por ejemplo, con pacientes que no dominan el español, el uso de mascarilla es una dificultad añadida. Ojalá pronto solo lleven mascarilla los pacientes con síntomas, los que lo decidan libremente y la población de riesgo. En cualquier caso, como decía al principio, tenemos que esperar a que dictaminen los expertos. Si algo hemos aprendido en la pandemia es a ser cautos.

P.- ¿Qué opina sobre la polémica de la huelga de médicos de atención primaria en Madrid? ¿Está justificada? ¿Qué haría usted si fuera Ayuso o qué le ha sugerido hacer? ¿Se llega tarde a la resolución de este problema?

R.- Nuestra obligación como Colegio es respetar todas las posturas, tanto la de los médicos que deciden hacer huelga, como lo de los que deciden trabajar. Esto es algo que algunos se empeñan en no entender, tengo pocas dudas de que, en gran parte, este empeño se debe a la politización de la sanidad. Desde el Colegio hemos mantenido siempre una postura firme de defensa de la profesión y de la dignidad del médico. Ahí está todo el trabajo que hemos hecho en los temas de temporalidad, la reorganización de urgencias extrahospitalarias y en lo que respecta a la difícil situación de la Atención Primaria. Siempre hemos defendido que la Atención Primaria es el pilar fundamental de nuestro sistema sanitario. La actual huelga curiosamente se convocó dos días antes de hacer una conferencia de prensa en el Colegio sobre la reorganización de las urgencias extrahospitalarias. Hicimos un comunicado conjunto con sociedades científicas, asociaciones profesionales, sindicatos y Vocalía de Atención Primaria Rural de la OMC. La consejería rectificó y, con mucha alegría, comprobamos que se desconvocó esa huelga. Actualmente, seguimos con la huelga indefinida. Pretender que eso no es dañino para la salud de la población, sería un menosprecio a la Atención Primaria. La Consejería ha realizado una oferta que, de forma indudable, mejora las condiciones de los médicos familia y pediatras que trabajan en los centros de salud. Si esa mejora es suficiente o no para desconvocar la huelga lo tiene que dictaminar el sindicato que la ha convocado. Nosotros sí tenemos respeto institucional y no damos la espalda a ninguno de nuestros compañeros. Pero me temo que hay intereses ajenos a la profesión que buscan que la huelga siga hasta el momento de las elecciones. 

P.- ¿Qué nuevos retos afronta este 2023?

R.- Enumero algunos de los que me parecen más importantes. 1) Renovación de nuestros estatutos en un marco de compliance y con un estricto código ético. Los estatutos actuales dificultan el objetivo que tenemos la junta actual y que, estoy seguro tendrán las juntas futuras, de trabajar con independencia, eficiencia y transparencia. 2) Bajar las cuotas colegiales un 25%. No las hemos incrementado desde que llegamos al Colegio, lo que supone una bajada efectiva dado el aumento galopante de la inflación. Además, en el caso de los médicos jóvenes, hemos vuelto a realizar una bajada adicional. Pero en los presupuestos que presentemos este año vamos a dar un paso más, bajándolas un 25%. Esto supone un enorme esfuerzo para aumentar ingresos no provenientes de cuotas y reducir gastos. También hemos iniciado la negociación de un nuevo convenio colectivo con los trabajadores del colegio y todo esto tiene que ser compatible con acometer un plan de obras y de modernización del colegio, cada vez más necesario. 3) Impulso a las nuevas tecnologías, apostando por un colegio sin papeles, una página web renovada, intuitiva y funcional y un WhatsApp institucional. La inversión realizada en equipos informáticos y de comunicación nos permiten ahora aumentar nuestra oferta de actividades formativas y de comunicación. 4) Seguir atrayendo y colaborando con universidades y sociedades científicas médicas. Cada vez más sociedades tienen la sede en el Colegio y queremos conseguir que el acto de graduación de, al menos una, de las facultades de medicina madrileñas sea en el Colegio. 5) Concluir la rehabilitación del edificio de Esparteros, previamente deteriorado y en riesgo de ocupación, permitiendo su alquiler a una fundación específicamente destinada al tratamiento de la discapacidad intelectual de origen genético. 6) Impulso a las actividades destinadas a los médicos jubilados. Además de la vacunación frente al COVID y otras, ofrecer una consulta específicamente destinada a nuestros colegiados. 7) Sobre todo, luchar por la puesta en valor de nuestra profesión – en todos los ámbitos, en particular en Atención Primaria – y por la unión de los médicos, más necesaria que nunca.

P.- SNS. ¿Considera suficiente el presupuesto dedicado a la atención médica y a la investigación en los Nuevos Presupuestos Generales del Estado?
R.-Es muy fácil contestar que no. Son muchas las voces que hablan de la necesidad de repensar nuestro sistema de salud. El modelo actual está desfasado y, si seguimos con la dinámica actual, dentro de diez años será insostenible. Necesitamos que todas las administraciones apuesten de verdad por un sistema universal y equitativo.

Para ello es imprescindible apostar por la prevención y por una Atención Primaria que urge repensar. También son necesarios estudios de coste-efectividad que permitan una toma de decisiones basada en criterios técnicos. Igual que se hizo un Pacto de Toledo por las pensiones, es preciso que los grandes partidos lleguen a un acuerdo por la sanidad. Respecto a la investigación, tenemos poca y muy separada de las universidades. Investigar es cada vez menos atractivo para las nuevas generaciones. Exige un gran esfuerzo y las recompensas, cuando existen, son escasas. No podemos seguir con investigadores con contratos precarios, en el limbo, sin vinculación a los servicios de salud. Dejemos de poner trabas a la colaboración público-privada y potenciemos el perfil de médico investigador, una especie en vías de extinción.

P.- ¿Cree que los protocolos obligan a los médicos a no ejercer la medicina de una manera más personalizada, más centrada en la enfermedad concreta del paciente con una mirada general a sus necesidades?

R.- Como trabajo en el Hospital Gregorio Marañón me permito contestar con la siguiente anécdota. En cierta ocasión le preguntaron a D. Gregorio cuál era la innovación más importante de los últimos años en medicina.

Cuentan que Gregorio Marañón se quedó un momento pensativo y respondió: «La silla». Ante el asombro de los que le oían aclaró: «La silla que nos permite sentarnos al lado del paciente, escucharlo y explorarlo». Esta anécdota ilustra bien como la nueva tecnología no debe deshumanizar ni despersonalizar la asistencia. Cada vez tendremos más inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, impresión en 3D, genética, etc. Todo esto tiene un gran valor, pero de la técnica como instrumento se puede pasar a la tecnificación como filosofía, y eso es muy pernicioso.

P.- La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), la Universidad de Granada (UGR) y Roche Farma han creado la Cátedra de Medicina basada en las 5P ¿Cree que el futuro de la medicina pasa por la innovación y la personalización? ¿El modelo 5P es el necesario?

R.- Creo que ya he contestado en las preguntas anteriores por, lo que me permito terminar citando a William Osler. Él hablaba de «pociones y polvos» pero hoy lo podríamos cambiar por «innovación y tecnología». En 1903, en una conferencia a estudiantes de medicina, dijo: «No estamos aquí para sacar de la vida cuanto más podamos para nosotros mismos, sino para intentar que la vida de los demás sea más feliz. Es imposible que nadie tenga mejores oportunidades para vivir esta lección que las que vosotros vais a disfrutar (…) La práctica de la medicina es un arte, no un comercio; una vocación, no un negocio; una vocación en la que hay que emplear el corazón igual que la cabeza.Con frecuencia lo mejor de vuestro trabajo no tendrá nada que ver con pociones y polvos, sino con el ejercicio de la influencia del fuerte sobre el débil, del justo sobre el malvado, del prudente sobre el necio (…) Se ha hecho mucho, pero mucho queda por hacer; un camino ha sido abierto, y las posibilidades para el desarrollo científico de la medicina parece que no tuvieran límite. Excepto en su aplicación, como médicos generales, no tendréis mucho que ver con esto. Vuestro es un deber más alto y sagrado. No penséis en encender una luz que brille ante los hombres para que puedan ver vuestras buenas obras; al contrario, pertenecéis al gran ejército de trabajadores callados, médicos y sacerdotes, monjas y enfermeras, esparcidos por el mundo, cuyos miembros no disputan ni gritan, ni se oyen sus voces en las calles, sino que ejercen el ministerio del consuelo entre la tristeza, la necesidad y la enfermedad».

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