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Presidente del Colegio de Médicos de Madrid

Dr. Martínez-Sellés: «El diseño de las ciudades influye directamente en la salud de la sociedad»

"La medicina debe implicarse en la defensa del medio ambiente desde una perspectiva científica"

"No tengo ninguna duda que mi hijo pequeño, que tiene ahora 5 años, no podrá fumar en la calle cuando sea adulto"

Con una trayectoria que combina excelencia clínica, compromiso ético y vocación docente, el Dr. Manuel Martínez-Sellés representa una voz con autoridad en los grandes retos de la medicina actual. Desde la promoción de la salud en el entorno urbano hasta la lucha contra la soledad no deseada o el impulso de políticas antitabaco, su visión propone una medicina más centrada en la persona, respetuosa con la vida, que defiende desde la concepción hasta la muerte, y con una profunda conciencia ambiental. En esta conversación con OKSALUD, traza un horizonte donde la arquitectura, la ética y la prevención son pilares inseparables de una medicina del presente, más que del futuro.

PREGUNTA.- Su trayectoria combina la excelencia clínica con un fuerte compromiso ético y social. ¿Qué momentos destacaría como claves en su vida profesional?

RESPUESTA. No me es fácil responder, de excelencia clínica alcanzar el máximo reconocimiento a nivel asistencial (IV de carrera profesional) y académico (catedrático) a edades jóvenes me hizo mucha ilusión, también las responsabilidades que he tenido desde las presidencias de la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares o de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología. Respecto al compromiso ético, me encantó ejercer de la vicepresidencia del comité de ética de mi hospital (Gregorio Marañón) y desde la presidencia del Colegio de Médicos hemos intentado poner nuestro granito de arena para conseguir una medicina humana y respetuosa con el código deontológico. También destacaría haber dirigido más de veinte tesis en cinco universidades 

P.- Su postura provida ha sido objeto de atención y, a veces, de polémica. ¿Por qué considera que es esencial defender la vida desde una perspectiva médica?

R.- Por coherencia. Si me lo permite, más que dar mi opinión personal, prefiero contestar con algunas citas. 

1) Código de Deontología Médica de España, (2022-2023), de obligado cumplimiento para todos los médicos de nuestro país: «El médico no deberá provocar ni colaborar intencionadamente en la muerte del paciente». «El ser humano es un fin en sí mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la muerte. Es un deber deontológico respetar y proteger al concebido y no nacido.» «El médico está al servicio de preservar la vida a él confiada en cualquiera de sus estadios…» «La objeción de conciencia del médico es un presupuesto imprescindible para garantizar la libertad e independencia del ejercicio profesional». 

2) Informe unánime del Comité de Bioética (2020), máximo órgano que asesora al gobierno en estos temas: «La eutanasia y/o auxilio al suicidio no son signos de progreso sino un retroceso de la civilización». 

3) Declaración de Venecia/Berlín de la Asociación Médica Mundial (2022): «La AMM se mantiene firmemente opuesta a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica». 

4) Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial (2017): «Prometo solemnemente velar con el máximo respeto por la vida humana». 

5) Juramento hipocrático (IV a.C.): «No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos».

P.- La medicina se centra ahora en el centro de salud, en el hospital y olvidamos que la salud nace y se cuida en el entorno cotidiano. La arquitectura, el urbanismo y el diseño de espacios tienen gran capacidad de influir en la salud física y mental. Explique para los lectores de OKSALUD qué piensa usted al respecto.

R.- Llevamos tiempo trabajando en la prevención y en ser proactivos para conseguir cambiar el foco de tratar patologías a mantener la salud. Luchamos por MadridSinTabaco, un proyecto que persigue prohibir fumar y el consumo de tabaco en lugares públicos, incluyendo la calle. Hemos hecho un importante esfuerzo, que ha sido premiado, por impulsar la alimentación saludable. Estamos empeñados en promover el ejercicio y la actividad física. El entorno es clave en todo ello, por eso cada vez estamos trabajando codo con codo con arquitectos y urbanistas para conseguir que el entorno nos empuje a mantenernos sanos, no a enfermar como, lamentablemente, pasa con mucha frecuencia. Para deshospitalizar el sistema necesitamos ciudades y entornos que sean terapéuticos, seguros, que promuevan el contacto, faciliten caminar e ir en bicicleta, sin contaminación ambiental, acústica ni lumínica. Es un cambio de paradigma muy necesario para una población cada vez más envejecida que se concentra en las ciudades. 

P.- ¿No son un lujo esas ciudades pensadas para encontrarse, para caminar, para respirar aire limpio más allá de la necesidad sanitaria? ¿Será realidad o es una utopía?

R.- No sólo no son un lujo, son una necesidad coste-eficaz. Es mucho más caro tratar cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas, mentales y otras que prevenirlas. Hay ya estudios bien diseñados que lo han demostrado. La ciudad del presente y del futuro se debe pensar como un entorno de promoción de la salud.

P.- La soledad no deseada es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una «epidemia silenciosa». ¿Qué papel puede tener el diseño del entorno para combatirla?

R.- Efectivamente, la OMS ha alertado de que nunca ha habido tantas personas que se sientan solas y abandonadas. La soledad nos puede afectar a todos, a cualquier edad. Es más frecuente en situaciones de dependencia (infancia, vejez, enfermedad), en aquellos que viven solos, en los migrantes y en las personas con pocos recursos. En torno a uno de cada cuatro ancianos experimentan aislamiento social, y entre el 5% y el 15% de los adolescentes se sienten solos. La soledad tiene consecuencias graves para la salud física y mental. Está vinculada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia, depresión e incluso una menor esperanza de vida. Países como Reino Unido o Japón han llegado a crear un Ministerio de la Soledad. Francia creó hace más de diez años la iniciativa MONALISA (Mobilisation Nationale contre L’Isolement des Agés), un programa colaborativo que lucha contra la soledad en personas mayores a través del trabajo en red. En España, desde 2021 tenemos una Estrategia Nacional contra la Soledad No Deseada, y la Fundación ONCE ha puesto en marcha el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada. Para luchar contra la soledad es clave promover ‘terceros lugares’: espacios distintos del hogar y del trabajo (bibliotecas, gimnasios, cafés, mercados, parques, museos, lugares de culto, etc.). Estos espacios de socialización mejoran el sentido de comunidad y pertenencia a un barrio. Necesitamos realizar una planificación urbana que fomente la inclusión social, estudie la mejor disposición de los asientos en una plaza o el modo de dar a la gente más oportunidades de cruzarse: rincones musicales, zonas de juego para niños, espacios de ejercicio para ancianos y áreas accesibles y amplias que prevengan la soledad.

P.- ¿Ve posible un ministro con una mirada transversal que aglutine en una las carteras de Sanidad, Urbanismo y Políticas sociales?

R.- Cada vez hay más ministerios y no tengo claro que eso suponga una mejora. Creo más en un urbanismo cercano, promovido por ayuntamientos. Unos planes arquitectónicos y urbanos municipales bien diseñados permiten crear espacios que fomenten la actividad física, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el sedentarismo y la promoción del ejercicio (aunque sea solo caminar). La planificación urbana, las características de los edificios y el entorno construido en general, pueden influir directamente en la cantidad y tipo de actividad que las personas realizan. La creación de parques, gimnasios al aire libre y áreas de juegos para niños, senderos para caminar, ciclovías y espacios de recreación bien conectados, promueve la actividad física como parte del día a día. El diseño de calles con tráfico calmado, la mezcla de usos urbanos (comercio, vivienda, servicios) que permitan realizar tareas cotidianas caminando, y la conexión con la naturaleza, promueven la actividad física.

P.- ¿La arquitectura del futuro se concebirá para combatir el sedentarismo y a sus enfermedades asociadas como las cardiovasculares, metabólicas o incluso mentales?

R.- Desde luego, yo sólo cambiaría «futuro» por «presente» necesitamos cambiar este paradigma ¡ya! Un informe reciente del Instituto Bioma afirma que el diseño de las ciudades influye directamente en la salud de la sociedad, con cambios sencillos se pueden prevenir, insisto de forma directa, más de 2.600 muertes al año en Europa

P.- ¿Hay alguna ciudad en el mundo que ya piense en esos espacios peatonales seguros y accesibles para promover el caminar más? 

R.- Sí, Milán ha implementado una prohibición de fumar en espacios públicos al aire libre, incluyendo calles y parques, a partir del 1 de enero de 2025. En el norte de Europa tenemos muchos ejemplos de ciudades amigables para ciclista y/o para ancianos. Hay rankings de ciudades que favorecen un estilo de vida saludable, considerando factores como la calidad del aire, acceso a espacios verdes, opciones de transporte sostenible y equilibrio entre vida laboral y personal. Ámsterdam, Viena, Copenhague, Helsinki y Pamplona son unos ejemplos. Madrid tiene la mayor esperanza de vida de Europa, seguro que no es solo por el entorno, pero también contribuye.

P.- ¿Cree que la medicina debería implicarse más en la defensa del medio ambiente, concretamente en el aspecto de la contaminación? Mucho verde, filtros naturales…

R.- Sí, pero siempre desde una perspectiva científica que priorice la salud y el bienestar de la población. Los datos son clave cuando hablamos de decisiones políticas y legislativas con grandes implicaciones sociales y económicas. 

P.- Medicina preventiva que también sea ambiental… entonces, un ministro transversal que también esté al frente de Medio Ambiente… ¡Menos mal que existen ya los dobles grados universitarios… Vamos a la formación holística… ¿De base Medicina?

R.- Soy un firme defensor de una formación global en pregrado y postgrado. La interdisciplinariedad y la visión global del paciente y su entorno es clave para tomar las mejores medidas para la población y los pacientes. 

P.- De hecho, creo que usted ha apoyado iniciativas como MadridSinTabaco. ¿Vamos a por el segundo país del mundo libre de humo?

R.- MadridSinTabaco lo empezamos desde el Colegio, ya se han sumado más de 30 instituciones y lo hemos extrapolado como MadrileñosSinTabaco a la Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid que representa a más de 300 mil profesionales. No tengo ninguna duda que mi hijo pequeño, que tiene ahora 5 años, no podrá fumar en la calle cuando sea adulto. La duda es si Madrid quiere ser pionera en asegurar la libertad de sus ciudadanos de respirar aire sin humo o se va a hacer la remolona por intereses económicos e inercia legislativa.

P.- Entonces… ¿estaría de acuerdo con que el sistema sanitario necesita una deshospitalización y desmedicalización progresiva, centrada más en la prevención y el entorno? Potenciar la Atención Primaria, la medicina comunitaria, la educación para la salud y crear un entorno que permita vivir más ‘sanamente’ a esta población cada vez más envejecida…

R.- Totalmente de acuerdo. Es que, además, nuestro sistema actual es insostenible a largo plazo. Tenemos la suerte de tener una excelente atención primaria, verdadero pilar que nos sostiene a todos, que hay que potenciar y empoderar. Pero tenemos que ir más allá, educar, bajar los precios de los alimentos saludables y aumentar el de los que son dañinos, etc.

P.- Y con todo, ¿cómo ve el futuro de la medicina desde esta perspectiva más humanista, integradora y preventiva, una medicina más centrada en la persona, en su dignidad, en su entorno..?

R.- Necesitamos un enfoque humano, personalizado y con perspectiva de lo que se ha llamado One Health, es decir, que tenga en cuenta que la salud humana está interconectada y vinculada a los entornos y ecosistemas.