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Dr. Manuel Martín: «La mayoría de los trastornos mentales graves debutan antes de los 20 años»

Hay avances muy significativos, aunque no están llegando a nuestro país con la rapidez que sería deseable

Las patologías más prevalentes son los trastornos de ansiedad, las depresiones no graves y los trastornos del sueño, especialmente el insomnio

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm) ha publicado el Libro Blanco de la Psiquiatría en España, un documento que se ha desarrollado con el objetivo de reflejar la situación actual de la especialidad en nuestro país con una visión amplia y transversal, para poder así detectar los retos y áreas de mejora que deberán ser abordados en los próximos años para garantizar una atención psiquiátrica de la máxima calidad.

La Psiquiatría es una especialidad médica de elevada complejidad, caracterizada por su enfoque biopsicosocial, y con una notoriedad creciente en los últimos años debido al peso que está cobrando la Salud Mental en la agenda política a nivel internacional y estatal, acentuado por el impacto de la pandemia covid.

El presidente de la sociedad científica, el doctor Manuel Martín Carrasco, analiza en OKSALUD la patología mental en el territorio nacional.

Pregunta.- ¿Hemos salido muy mal parados de la pandemia o es la excusa oportuna dada la necesidad de sacar del cajón las enfermedades mentales?

R.-En realidad, son ambas cosas. Es cierto que la pandemia dio lugar a un aumento de la prevalencia de ciertos trastornos, sobre todo de tipo depresivo, ansioso y relacionados con el estrés, como era de esperar a partir de los datos obtenidos sobre la respuesta de la población a situaciones catastróficas. Pero también es cierto que, desde entonces, la demanda asistencial en psiquiatría se ha mantenido alta y se ha generado un espacio de debate y cuestionamiento acerca de los trastornos mentales y de la mejor forma de atenderlos.

P.-Según resultados del estudio Global Burden of Disease, la prevalencia mundial estimada de los trastornos mentales fue de 970,1 millones de casos en 2019 (frente a 654,8 millones de casos estimados en 1990), lo que corresponde a un aumento del 48,1 % en dicho periodo.

R.- Efectivamente, los datos son correctos. Aunque lógicamente, hay que ajustarlos con el aumento de población que se ha producido a nivel mundial. Si tenemos en cuenta el aumento de población, las cifras de prevalencia en términos relativos son similares. Eso sí, el reto de atender a este ingente número de personas afectadas es descomunal, especialmente si tenemos en cuenta la enorme carga asociada a la enfermedad mental. Precisamente, el próximo Congreso Nacional de Psiquiatría, que va a celebrarse en Donostia/San Sebastián en octubre de este año 2024, tiene por lema “Salud Mental. Un reto compartido”, aludiendo a la necesidad de un compromiso de la sociedad en su conjunto para atender debidamente este tipo de trastornos.

Y aun así, señalamos que la carga global de enfermedad mental está subestimada, por cinco causas principales: superposición entre trastornos psiquiátricos y neurológicos; la agrupación del suicidio y las autolesiones como una categoría separada en los análisis de carga de enfermedad; la combinación de los síndromes de dolor crónico con trastornos musculoesqueléticos; exclusión de los trastornos de la personalidad de los cálculos de la carga de enfermedad; y consideración inadecuada de la contribución de la enfermedad mental grave a la mortalidad por causas asociadas. La varga asociada a la enfermedad mental puede ser aún mayor de las estimaciones.

P.- En España, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020 – 20215, el 29% de la población padece algún trastorno de Salud Mental. ¿Es un dato preocupante que nos hace ver un auténtico problema de salud?

R.-Por supuesto, los datos reflejan claramente la magnitud del problema. Naturalmente, hay que entender que, dentro de esa cifra, tan solo el 4-5% de la población padece un trastorno mental grave que puede afectar seriamente a la calidad de vida de la persona. En cualquier caso, lo fundamental es comprender que todos podemos tener en algún momento este tipo de problema de salud, que no es cosa de “gente rara”, y que pongamos sobre la mesa las necesidades asistenciales existentes

P.- En niños, adolescentes y jóvenes (hasta 25 años), los problemas de salud más frecuentes también son los trastornos de ansiedad, ¿por qué ha emergido este problema si se supone que hay una mejor calidad de vida en general?

R.-Efectivamente, un dato que ya llamó la atención en la pandemia era que el sector de población más afectado eran los niños y adolescentes, cuando en primera instancia podríamos pensar que tienen más capacidad de adaptación a situaciones nuevas. No obstante, hace ya tiempo que sabemos que se trata de un segmento vulnerable de la población. Por ejemplo, la mayoría de los trastornos mentales graves debutan antes de los 20 años. De ahí la importancia de la especialidad de psiquiatría infantil y de la adolescencia, recientemente implantada en nuestro país y aún pendiente de desarrollo.

Por otra parte, también pueden estar afectando factores propios de nuestra sociedad, como la soledad en los jóvenes, las dificultades para la configuración de la identidad personal ante la pérdida de referentes que tienen los jóvenes actuales, la excesiva dependencia excesiva de las pantallas para elementos básicos como la socialización, y otra serie de factores que están siendo objeto de análisis y debate entre los expertos.

P.- Cómo de importante es el Libro Blanco de la Psiquiatría en España que han presentado recientemente.

R.-En nuestra opinión, el Libro Blanco es un elemento fundamental de análisis de la situación que tiene en este momento la atención psiquiátrica en nuestro país y, por lo tanto, es un elemento imprescindible a la hora de planificar las medidas oportunas ante los retos planteados.

P.- ¿Qué patologías nos deberían preocupar más de cara a los próximos años?

R.-Las patologías más prevalentes son los trastornos de ansiedad, las depresiones no graves y los trastornos del sueño, especialmente el insomnio; es lo que se denomina trastorno mental común. Pero hay que tener en cuenta que las personas más afectadas son las que padecen un trastorno mental grave, aunque su número sea mucho menor. Uno de los temores que se plantea en el Libro Blanco es que el incremento de la demanda de atención para el trastorno mental común perjudique comparativamente a las personas afectadas de trastorno mental grave, un grupo de población tradicionalmente estigmatizado.

P.- ¿Hay avances farmacológicos significativos? ¿Hacia dónde van encaminados los nuevos tratamientos?

R.-Hay avances muy significativos, aunque no están llegando a nuestro país con la rapidez que sería deseable. De todas formas, podemos destacar la comercialización reciente de esketamina intranasal para el tratamiento de la depresión resistente y de daridorexant para el tratamiento del insomnio. Pero hay investigaciones en curso en todos los trastornos más importantes, y algunos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer están ya siendo evaluados por la agencia europea de medicamentos.

P.- En nuestro país las ratios de profesionales en psiquiatría son los más bajos de Europa, ¿cómo podemos tratar de revertir esta situación en un corto espacio de tiempo?

R.-Hay varias medidas que podría adoptarse. Por ejemplo, aumentar en número de plazas disponibles para formación especializada, incentivar el retraso en la jubilación, mejorar las condiciones de trabajo – para evitar la fuga de psiquiatras a otros países y favorecer el regreso de los que están fuera – y acelerar la homologación de psiquiatras no comunitarios. Esperamos que estas medidas se implementen cuanto antes.