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Universidad de Santiago de Compostela

Descubren un cáncer contagioso en berberechos que podría ayudar a entender la metástasis

Los investigadores recolectaron alrededor de 7.000 berberechos en 36 ubicaciones de 11 países

El cáncer contagioso es extremadamente extraño en humanos pero no en moluscos

¿Qué es la metástasis de huesos?

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Hace 76 millones de años, un dinosaurio herbívoro de la especie Centrosaurus apertus —un pariente del más conocido triceratops— caminaba con gran dificultad, quizá con intensos dolores. Murió junto a otros miembros de su manada, probablemente ahogado por una fuerte riada. Pero la enfermedad que padecía le habría terminado matando: osteosarcoma, cáncer de huesos, en estado avanzado. El hallazgo, publicado en The Lancet Oncology, viene a poner un peso más en uno de los platos de la balanza de una vieja cuestión: ¿es el cáncer una enfermedad moderna? Científicos españoles, han anunciado en este sentido un nuevo descubrimiento que abunda en esta dirección: desvelan un cáncer contagioso en berberechos que podría ayudar a entender la metástasis.

Investigadores del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela que han desvelado la evolución de un cáncer que se transmite en el mar.  Concretamente, han secuenciado los cánceres transmisibles en los berberechos que pueden propagarse a través del agua, descubriendo nuevos conocimientos sobre cómo estos cánceres se han propagado entre las poblaciones animales durante cientos, posiblemente miles, de años.

El estudio, realizado en colaboración con varios países, encontró que estos tumores de berberecho son altamente inestables genéticamente. El trabajo halló que estos tumores de berberecho tienen un genoma muy desestructurado, les permitió describir el tejido en que se originaron estos cánceres contagiosos y algunos mecanismos que usan las células de cáncer contagioso para evitar su extinción.

La importancia de este estudio ha llevado a la revista Nature Cancer, en la que hasta la fecha únicamente tenían cabida estudios en humanos o, como mucho, en organismos modelo, a publicar por primera vez un trabajo realizado en una especie invertebrada que no representa un modelo típico como es el berberecho.

Los cánceres contagiosos se descubrieron recientemente gracias a
los avances del campo de la genética que nos permiten determinar en qué individuo se originó una célula de cáncer. Actualmente, sólo se conocen cánceres contagiosos en perros, demonios de Tasmania y varias especies de marinas. En este caso, los cánceres no pueden transmitirse a los humanos y sólo se propagan entre berberechos susceptibles.

Los investigadores encontraron que los dos cánceres contagiosos en berberecho son leucemias, es decir, se originaron en el tejido de la hemolinfa (la «sangre» de los berberechos). Esto sugiere que el cáncer se aprovecha de la oportunidad que ofrece la hemolinfa para expandirse por todo el cuerpo. Si bien es difícil estimar con precisión la edad de los cánceres de berberecho, los hallazgos de este estudio sugieren que estos cánceres probablemente surgieron hace siglos o incluso milenios.

En conclusión, se cree que estos cánceres contagiosos se originaron en la hemolinfa, se han propagado lentamente a través de las poblaciones europeas de berberechos acumulando mutaciones diversas y capturando ocasionalmente mitocondrias de las células huésped como reemplazo de las suyas propias cuando se dañan.

Sin transmisión a humanos

Los berberechos pertenecen a uno de los grupos de animales más antiguos de la Tierra, los moluscos bivalvos, que han habitado la Tierra durante más de 500 millones de años y aparecieron por primera vez unos 300 millones de años antes que los dinosaurios. Estos animales pueden contraer cánceres transmisibles que se propagan mediante células cancerosas vivas, que pasan de un berberecho a otro a través del agua de mar.

Los cánceres sólo se propagan entre berberechos susceptibles. Concretamente, este estudio se centró en el berberecho común (Cerastoderma edule) y los investigadores recolectaron alrededor de 7.000 berberechos en 36 ubicaciones de 11 países de toda la costa europea y norte de África, desde Marruecos hasta Rusia, en la búsqueda de estos tumores, hallando animales infectados en España, Portugal, Francia, Inglaterra e Irlanda.