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Cuanta más grasa comas, más sueño tendrás

Las comidas más copiosas y pesadas invitan a tomarse una buena siesta. Se acaba de comprobar a través de un par de estudios que cuanta más grasa comas, más sueño tendrás a lo largo del día. Es posible que si te encuentras sin energía y muy cansado no sólo sea a consecuencia de acostarse tarde la noche anterior. Hay distintos aspectos que influyen de manera importante en la calidad del sueño y por lo tanto en la energía, entre los que se encuentra la alimentación.

Una investigación de la universidad australiana de Adelaida demostró que los hombres con unas dietas ricas en grasas suelen tener problemas para descansar por las noches. Además, durante el día se muestran más somnolientos.

Dormir mal por las noches implica que durante el día uno se encuentre más agotado. Al sentirte con pocas fuerzas el cuerpo te reclamará alimentos ricos en grasas e hidratos de carbono. La dieta con alto contenido en grasas acaba convirtiéndose en un gran problema para la salud.

Aunque aún queda mucho por trabajar en este campo, aún no está muy clara la relación entre estos dos factores, pero los investigadores consideran que la digestión de los alimentos ricos en grasas estimulación la producción de ciertas hormonas que aumentan el cansancio y la fatiga.

Otro trabajo llevado a cabo por miembros del Penn State College de Medicina, en Estados Unidos, mostró como personas que llevaban una vida muy saludable y que apenas tenían problemas para dormir por las noches, sufrían cambios al incrementar la ingesta de grasas. Al parecer se quedaban dormidos con más facilidad durante el día.

Una alimentación rica en grasas no sólo perjudica a la salud, sino que también altera el rendimiento en la vida cotidiana. Por eso será necesario, más que nunca, moderar el consumo de grasas en general, pero sobre todo antes de meternos en la cama, para que el aparato digestivo no se vea obligado a hacer un trabajo extra.

Para garantizarte un adecuado descanso nocturno, además de ingerir una cena ligera, también deberías seguir la siguiente rutina: crear un ambiente relajado, en donde la temperatura del cuarto sea más bien fresca, con oscuridad y sin ruidos. Evita realizar ejercicio al menos tres horas antes de acostarte. Tampoco deberías consumir aquellos alimentos y productos que alteren el descanso, como pueden ser las comidas muy pesadas y grasientas, café, refrescos de cola, etc. Además puedes recurrir a métodos naturales, como son las infusiones, para conseguir un sueño más profundo y reparador.