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Cuándo bajar el ritmo o dejar de entrenar ante una lesión

Cualquier persona que realice algo de deporte acabará tarde o temprano con alguna molestia sin importancia. No obstante, cuando aparezcan éstas es importante que cuándo baja el ritmo o dejar de entrenar ante una lesión.

Si llegado el momento te ves obligado a reposar para recuperarte, no tengas miedo a perder la forma. Es posible que los médicos te recomienden parar del todo cuando sufras una lesión muscular como la rotura de fibras o una tendinosa como la tendinitis. En el caso de que intentes regresar a la actividad antes de tiempo lo único que vas a conseguir es que el problema se agrave y por lo tanto, el periodo de recuperación será mayor.

No podemos pasar por alto cualquier síntoma de lesión. Por muy leve que sea, no dejes que se agrave. Es posible que por desatenderla el proceso de recuperación se alargue y te cueste más. Busca siempre que puedas asesoramiento en un profesional. Dependiendo del problema acudirás a un podógolo, fisioterapeuta, masajista u otro sanitario.

Hay que parar o bajar el ritmo cuando así nos lo recomiende un médico. En muchas ocasiones hacemos caso omiso de sus indicaciones y seguimos entrenando. A cambio le ponemos hielo a la zona afectada y tomamos antiinflamatorios. Lo único que conseguirás así será sufrir más de la cuenta y no disfrutarás precisamente de la actividad deportiva. Merece la pena parar una semana de entrenar, que alargar el proceso de recuperación un mes.

Así que recuerda, ante la más mínima molestia es mejor que consultes con un profesional, sobre todo si ves que empeora con el paso de los días. Haz deporte con la cabeza y para cuando el cuerpo te lo pida. Llevarlo al extremo es muy peligroso. Lo mejor es que te tomes las cosas con más calma para regresar luego sano y con más ganas.