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No son dinosaurios pero lo parecen: reintroducen en un lago un pez gigantesco que puede vivir 100 años

La recuperación de fauna fluvial en áreas sometidas a fuertes transformaciones durante el último siglo pasó a tener un papel clave en las estrategias de conservación. En este contexto, un pez gigantesco de gran relevancia ecológica, vuelve a ocupar un espacio del que prácticamente había desaparecido tras la reducción de varias poblaciones históricas.

El proyecto que respalda esta iniciativa reúne a organismos ambientales, entidades tribales y equipos científicos que buscan restituir procesos de reproducción natural en un entorno donde la especie tuvo presencia destacada. El trabajo implica un seguimiento prolongado, una planificación técnica detallada y la aplicación de criterios de diversidad genética.

¿Cuál es el pez gigantesco que puede vivir 100 años y fue reintroducido a su entorno natural?

La liberación de ejemplares del esturión de lago en Cattaraugus Creek, un afluente del lago Erie situado en el noroeste del estado de Nueva York, marca el inicio operativo de un plan diseñado para extenderse durante 25 años. El propósito consiste en restablecer una población reproductora que sea capaz de sostenerse por sí misma tras décadas de declive.

Cómo se puede ver en un video compartido por el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, en esta primera fase se han introducido mil juveniles de unos seis a ocho pulgadas, criados en las instalaciones de la Genoa Fish Hatchery, en Wisconsin.

Después de su liberación, los ejemplares abandonarán el arroyo para desplazarse al lago Erie, donde permanecerán varios años antes de regresar en edad adulta con el fin de participar en el proceso reproductivo.

La caída de la especie en la región ha sido un fenómeno documentado desde principios del siglo XX. Durante periodos pasados, se registraron hasta 19 grupos reproductores en distintas zonas del lago Erie. En la actualidad solo subsisten dos, distribuidos en la zona de Búfalo y en el río Detroit. Ante esta situación, la pesca del esturión se mantiene prohibida en Nueva York.

Un pez gigantesco con una biología singular: ¿Cómo es el esturión de lago?

El esturión de lago forma parte de un linaje con más de 200 millones de años de historia evolutiva. Su estructura anatómica, basada en placas óseas y un esqueleto cartilaginoso, lo sitúa entre las especies fluviales más longevas.

Puede superar el siglo de vida y alcanzar longitudes cercanas a los dos metros, así como pesos superiores a los 130 kilos.

Estas características han convertido a este gigantesco pez en un indicador relevante del estado ecológico de los sistemas lacustres y fluviales donde habita.

Su reproducción es lenta y el tiempo necesario para alcanzar la madurez sexual puede extenderse de ocho a diez años, un factor que complica la recuperación natural de la especie cuando sus poblaciones se reducen.

El marco institucional del proyecto

El programa se desarrolla bajo la coordinación del Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York (DEC), la Nación Séneca de Indios y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU.

Desde 1993, ambas instituciones han colaborado en diversas actuaciones orientadas a reforzar la diversidad genética y a garantizar la continuidad de esta especie en la cuenca de los Great Lakes.

Según la comisionada del DEC, Amanda Lefton, «Nueva York está logrando avances extraordinarios en la restauración y mejora de la salud del ecosistema del lago Erie». La responsable destacó que la actuación establece las bases para restituir poblaciones de desove que fueron relevantes en el pasado y que podrían favorecer un incremento progresivo de la población silvestre.

Perspectivas de una recuperación sostenida del esturión de lago

El objetivo a largo plazo del plan es alcanzar hacia 2040 una población de aproximadamente 750 adultos reproductores capaces de mantener un ciclo de desove estable en Cattaraugus Creek. La continuidad del proyecto dependerá del seguimiento anual, del análisis de los desplazamientos y de la valoración genética de los ejemplares introducidos.

Cabe remarcar, por último, que la reintroducción de este pez en este enclave no solo persigue la restauración de una especie emblemática de los Great Lakes, sino también la recuperación de funciones ecológicas esenciales para el equilibrio del ecosistema lacustre y fluvial.