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Consecuencias psicológicas de trabajar en casa

Entre las consecuencias psicológicas de trabajar en casa tenemos el estrés y esa no separación entre lo personal y laboral que puede tener serias secuelas en nuestra vida.

La flexibilidad en el trabajo puede ser positiva, pero trabajar durante mucho tiempo en el hogar, especialmente si se realizan muchas horas, puede ser dañino para nuestra salud mental.

Entre las consecuencias psicológicas de trabajar en casa tenemos el estrés y esa no separación entre lo personal y laboral que puede tener serias secuelas en nuestra vida.

Depresión

Trabajar en casa parece la panacea. Nadie te controla, te levantas tarde, trabajas en pijama… una utopía nada real que, a la larga, produce problemas psicológicos para el implicado. Un estudio reveló que los empleados que trabajan más de 11 horas al día, muchos de ellos suelen estar en casa, suelen ser más propensos a sufrir depresión.

Aislamiento

Trabajar sin tener relación con el resto de personas crea una especie de aislamiento social que puede convertir a la persona en antisocial.  A la larga, puede costar mucho relacionarse con otras personas, salir y algo tan simple como conversar. Por los demás son vistos como seres extraños que no salen de casa y los efectos psicológicos posteriores deben tratarse por profesionales.

Ansiedad

Como consecuencia de todo lo anterior es bastante normal que pueda surgir el trastorno de la ansiedad. Es algo que puede ser pasajero, mientras dura la situación de estar trabajando en casa, a pasar a ser algo ya crónico.

Dolor de cabeza

El hecho de no poder separar lugar de trabajo de habitáculo para vivir provoca toda clase de reacciones psicológicas y también físicas. El dolor de cabeza suele ser natural, pero no es más que un síntoma de los problemas psicológicos que podemos sufrir. Esto se suele acompañar de migrañas, más o menos fuertes, mareos, dolor en el pecho y sensación de que no podemos respirar.

¿Qué hacer?

Para superar estos daños nada mejor que establecer una serie de hábitos. Os damos algunos consejos:

Rutina y horario. No vale levantarse a deshoras y trabajar cuando al cuerpo le apetezca. Debemos seguir un horario establecido tanto de inicio como de finalización si no se convierte en una tarea interminable que no tiene fin.

Ejercicio. Tras la jornada laboral, debemos salir a hacer ejercicio. Lo podemos hacer antes, durante o después como a uno le vaya mejor.