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Autismo

¿Cómo saber si un niño es autista?

¿Existen señales claras del autismo? ¿Cómo saber si un niño es autista? En la práctica no está tan claro averiguarlo. Aquí te contamos un poco más.

Existen determinados signos para identificar a tiempo y bien temprano que un niño es autista. Aunque hay determinados exámenes por lo que suelen pasar desde los bebés a los más pequeños, cuando les mira el pediatra, los padres se dan cuenta por los diversos síntomas y reacciones del niño.

El trastorno del espectro autista (TEA) es complejo porque engloba diversas causas y afecta a variabilidad de comportamientos, lo que hace que de pequeños pueda confundirse con otras afecciones.

Esto es, y según explican desde la web desde el centro de para el control y la prevención de enfermedades, porque las capacidades de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar.

¿cuándo suele empezar el TEA?

Puede empezar a los tres años y durar para siempre, pero depende de cada niño. Además hay estudios que explican que entre un tercio y la mitad de los padres de niños con TEA observaron un problema antes del primer año de vida de sus hijos y entre el 80 % y 90 % de los padres detectaron problemas antes de los 24 meses.

Principales signos del niño autista

Problemas de comunicación social, que pueden englobar desde la falta total de comunicación, a que el niño llore continuamente, no sonría de bebé, no hace caso cuando le llamamos por su nombre, y le falle la coordinación de la mirada y los gestos.

Relacionados con el lenguaje, pues puede ser que no lo haya o que se produzca un retraso en este. También hay una ausencia de balbuceo, no decir nada al escuchar ruidos extraños, decir palabras algo extrañas y que no se entienden cuando ya por su edad no debería ser así, etc.

Funciones sensoriales o motoras. En este caso, el niño autista puede quedarse tiempo observando un objeto, tener retraso en la motricidad, tener conductas motoras repetitivas y posturas atípicas.

Problemas a la hora de jugar porque no suelen acabar o desarrollar ese juego ni tampoco mostrar empatía o comunicación con el resto de niños.

A su vez también es de destacar que pueden llegar a ser extremadamente sensibles. Como hay determinados grados, algunos niños con esta afección no hacen caso  a los ruidos mientras que otros lo hacen de forma muy exagerada por esta alta sensibilidad que puede preocupar, siempre que vaya acompañada del resto de signos que pueden indicar que el niño tenga el trastorno del espectro autista (TEA).

De todas maneras, si tienes dudas, hay que consultar al médico que es quien puede darnos la respuestas al problema.