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Cómo preparar bocadillos saludables

Un bocata delicioso no tiene porqué ser malo para la salud. Se trata de alcanzar la combinación perfecta entre la dietética y la gastronomía. Por eso se hace necesario seguir una serie de pautas. A continuación te explicamos cómo preparar bocadillos saludables.

-Utiliza pan integral: este tipo de panes, además de proporcionar variedad también le añade vitaminas, fibra, minerales y fitoquímicos.

-Echar un chorro de aceite de oliva virgen extra: la primera opción de grasa para el bocadillo debe ser el ‘oro líquido’. Al igual que ocurre con los guisos u otras preparaciones de la cocina, el aceite le dará un toque diferente que además de cuidar el corazón le dará un mayor sabor a los ingredientes.

-Incluir pescado: este alimento encaja perfectamente en los bocatas. Es una delicia disfrutar de unas anchoas, sardinas en lata o salmón entre dos rebanadas de pan. Conseguiremos que nos aporte grasas insaturadas.

-En el caso de escoger carne, mejor magra. Tienen muy buena aceptación el pavo, el pollo, las partes magras de la ternera y el cerdo, el lomo embuchado, el jamón serrano o el jamón york. Suponen importantes aportaciones de proteínas ideales para aquellos que vayan a realizar ejercicio físico.

-Consumir frutos secos: combinan a la perfección con los vegetales y los lácteos, pero siempre en pequeñas dosis. Las almendras, nueces y pipas cuentan con grasas insaturadas muy beneficiosas para la salud.

-Los lácteos, bajos en grasas: este tipo de alimentos también tienen presencia en los bocadillos. Nos resultarán menos pesados si son productos bajos en grasas o desnatados, ya que aportan menos calorías y grasas.

-Deben destacar por encima de todo los ingredientes naturales sobre los precocinados o procesados. Esto resulta esencial para conseguir una dieta lo más sana posible. Ten en cuenta que cuanto menos procesado esté un alimento menos grasas, azúcares, sal y aditivos aportará al bocata.

-Cuidado con la sal: la sal no debe imponerse sobre el resto de ingredientes presentes en el bocadillo. De lo contrario no tendría ningún sentido apostar por varios productos.

-Acertar con el tamaño: en cierta medida, las dimensiones del bocadillo dependerán de la situación a la que nos enfrentemos. Si vas a comer algo a media mañana el bocata será más pequeño que el que tomarías a la hora de la cena o de la comida. Resulta complicado concretar un tamaño adecuado así como el contenido. Dependerá de varios factores como la actividad que desarrolle la persona o las horas que resten hasta la siguiente ingesta.

-Comerlos de vez en cuando: no se trata de alimentarse únicamente a base de bocadillos. Una o dos veces a la semana se puede tomar un bocata para cenar, por ejemplo. Es preciso que se complemente con el resto de comidas del día. No tiene ningún sentido merendar un bocadillo y luego a la cena ingerir otro.

-Variedad: hay que apostar por distintos ingredientes a la hora de realizar el bocadillo para no caer en la rutina. De esa forma conseguiremos que la dieta sea lo más equilibrada posible. Hay muchas alternativas por descubrir.